Siempre fue un jugador metódito. Tranquilo. Relajado. Esperó 10 años para entrar al Salón de la Fama. Nunca se quejó. Paciente siempre, igual que cuando se paraba a batear.
Entonces… ¿Cómo reaccionó Edgar Martínez cuando lo llamaron pa’ decirle que, de hecho, había sido escogido para Cooperstown?
Chequea:
This browser does not support the video element.