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Corroboración de datos: la vacuna no altera genéticamente a personas inoculadas

Realizamos una corroboración de las expresiones que realizó un grupo de personas en contra de la vacunación compulsoria durante un debate televisivo

El tema de la vacunación en contra del COVID-19 en Puerto Rico tomó el protagonismo nuevamente luego de que anoche el programa televisivo Jugando Pelota Dura intentó moderar un debate en el que participó un grupo de expertos médicos a favor de la inoculación y otro grupo no médico en contra.

Sin embargo, una corrobación de hechos realizado por Metro Puerto Rico reflejó que al menos tres de las expresiones que realizaron los participantes en contra fueron datos falsos o al menos engañosos.

En resumen:

  1. Las vacunas de ARN mensajero no cambian ni alteran la composición genética de la persona inoculada ni penetran de ninguna manera al ADN.

 

  1. Todavía no hay una vacuna compuesta de subunidades proteicas, como Novavax, que aún no ha solicitado la aprobación de su vacuna. Sin embargo, las vacunas ARN mensajeros, como la de Moderna y Pfizer, no significan ningún riesgo en comparación.

 

  1. Se han reportado efectos adversos de la vacuna en jóvenes, algunos severos como la miocarditis y pericarditis, pero estas son una minoría y no componen ni el 1 por ciento de la población de Estados Unidos.

 

 

Diagnóstico: Parcialmente falso

Las vacunas que elaboró Moderna y Pfizer sí están basadas en el mecanismo ARN mensajero (ARNm), constituidas por una molécula que contiene las instrucciones para que el organismo produzca proteínas, de acuerdo con Johns Hopkins Medicine.

No obstante, aunque su composición sí es una fórmula nueva, bajo ningún concepto las vacunas ARNm alteran o se mueven dentro de “otros espacios del cuerpo”.

De igual forma, las ARN mensajeras nunca ingresan el núcleo de células, donde se almacena el ADN, expone, por su parte, la Mayo Clinic.

La otra opción de vacuna a la que Amadeo hizo referencia durante su participación es la que elabora la empresa Novavax. La enfermera expuso erróneamente que esta es una opción que está en curso para estar disponible. No obstante, según Reuters, temprano este mes la compañía retrasó su fecha límite para solicitar la autorización de uso de su vacuna en Estados Unidos y la reprogramó para finales de este año. Es decir, aún no ha comenzado tal proceso.

La vacuna de Novavax es una de subunidad proteica y por eso se diferencia a las de Moderna y Pfizer.

Diagnóstico: Falso

Como antes mencionado, no existe evidencia alguna de que la vacunación altera la composición genética de una persona inoculada.

De igual modo, tampoco existe una “Junta de Médicos” en Puerto Rico que contenga algún canon de ética que exija respetar “la genética de la población”.

De hecho, en una comunicación escrita, la Asociación de Profesionales en Administración de Información de Salud de Puerto Rico se alejó de las expresiones de Bonilla Cepeda y aseguró que no representa al colectivo.

“Dichas expresiones deberán entenderse que fueron realizadas en su carácter personal”, leen las declaraciones.

Diagnóstico: Mayormente falso

Sí, las vacunas en su gran mayoría tienen efectos secundarios y en muy pocos casos son adversos. De igual forma, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), se han reportado casos de miocarditis y pericarditis en jóvenes que tomaron la vacuna, pero al día de hoy permanecen escazos.

Metro le solicitó al Departamento de Salud el número de casos adversos en jóvenes menores de 18 años en Puerto Rico, pero al momento de esta publicación no ha entregado el número. No obstante, la agencia comunicó que Zeda Santiago hacía referencia a la cantidad de estos casos en Estados Unidos.

Sin embargo, en una publicación con fecha del 23 de junio, los CDC aclararon que a partir de abril se han detectado solo 1,000 casos de esta índole en Estados Unidos. En contraste, el número de estos incidentes significarían menos del 1 por ciento de la población estadounidense, incluyendo a Puerto Rico.

*La nota original fue publicada en el periódico Metro Puerto Rico

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