No fue en Puerto Rico y no sabemos dónde fue, pero por el acento parece Colombia.

Pero no importa dónde fue. Aquí lo que realmente tiene que interesarle a la gente es que el amor TODO lo puede y no hay pandemia ni enfermedad que permita al humano dar su tablita cuándo así lo merezca.

Tome el ejemplo de estas dos mujeres llenas de pasión y con gran habilidad en las artes de los juguetes sexuales. Según se aprecia en el video, una de las muchachas que demostraron su amor ante todes sus vecines también desplegó su gan versatilidad al amarrarse un strap-on para llenar de placer a su pareja, en pleno reto al pudor pandémico, pues el amor es amor, el gusto es gusto y el sexo es la cúspide de estos dos sentimientos.

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La alegría de estas muchachotas fue contagiosa y se pueden apreciar las carcajadas de aprobación de sus vecinos, cuyo ’cui-cui-cui’ nos recordó el gozo magnánimo que se desataría si esto sucediese en algún balconcito de Canales, de la Calle Loíza, de la Calle Bosque o arriba de negocio de Alicea en Sandín, donde venden las mejores libretas para enrolar.

Nada, esto es para que usted entienda que no hay coronavirus que pueda con el fervor amoroso de la humanidad. Estas dos jevotas merecen un gran aplauso, pues no andan por ahí visitando moteles o dónde se congrega gente mostrando su amor y su pasión del arte del performance sexual .

Mira el video: