Un juguetón caimancito aparece gozando de lo lindo en una piscina en una de las urbanizaciones del sector Breñas, de Vega Alta. El video fue enviado a esta redacción por un ente que exigió el anonimato pero que no vaciló a la hora contar su experiencia.
PUBLICIDAD
“Yo trabajo en Vega Baja y cuando salí, iba pa’ casa, y por la altura del campo de arroz antes de la central, ahí empiezan a llamarme los nenes por Facetime: ’¡¡Papi, papi, un cocodrilo en la piscina!!’. Y yo les decía: ’bendito, dejen la pendejereta, que estoy cansao. ¿Hicieron las asignaciones?’. Y entonces, veldá, viene el más grande y le vira la cámara del Facetime y cuando yo veo aquel aparatoooooooo. Digo, aparato de animal, no de los aparatos que dijo Cesar Vázquez, pero cuando yo vi aqueeeelloooo…. Chacho, metí chambón y llegué a casa, en Breñas, rapidito”, explicó el jovial guerrero vegalteño.
“Entonces, la perra ladrando a to’ lo que da. Y yo pienso, coño, que no se tire pa’l agua. Esos pitbullsitos son bravos. Pues, cuando llegué, pensé en darle un escopetazo, pero me las ingenié y lo pude sacar con una soga y meterlo en un cajón. Yo ni sé como lo hice”, agregó el valiente héroe costeño.
Según este Steve Irwin de Breñas, “llamé rápido al Recursos Naturales y de ahí me dijeron que llamara al Municipio. Llamé al Municipio de Vega Alta y me dijeron que llamara a Recursos Naturales. No ’ombe no. Tanta batata y ñame que hay en el gobierno y no pueden hacer un buen asopao’ de caimán”.
“Así que se lo llevé a los muchachos del corillo de Cerro Gordo, pa’ que hicieran empanadilla. Chacho, eso debe estar filetiao ya hace rato”, acotó.
Aquí está el video del caimán, antes de ser filetiao’: