Para mucha gente (especialmente para ChiquiTito El Bambino), julio significa sol, playa y arena. Desde que somos niños nos acostumbramos a que los meses de verano son los mejores, obviamente porque no teníamos clases (no aplica si eras de los colga’ que tenían que coger verano). Al llegar a la adultez, toda esa libertad y felicidad del verano cambian, y lo que una vez fueron las mejores semanas del año, se convierten en una pesadilla. Aquí te decimos el porqué
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5. Todos están de viaje… menos tú
Siempre decimos que vamos a ahorrar dinero para irnos de viaje el próximo año. Claro, lo que pasa es que nos olvidamos que los sueldos en esta isla son una porquería, y que si se te explota una goma, es posible que se te descuadre, no la quincena, sino todo el mes. Es normal cambiar los planes del viaje que tenías pensado a Tailandia y escoger como destino la casa de los primos en Florida… luego recuerdas que no tienes ni cómo pagarle un jangueo a todos en Golden Corral, y terminas yéndote “de escapada” a alguna playa al oeste de la isla, mientras intentas convencerte que eso es mucho mejor que ver el mundo. Sí, date otro shot porque lo vas a necesitar.
4. El “back to school” que se aproxima
Si eres padre, sabes que planificar las compras del regreso a clases equivale a tener insomnio por los menos cuatro semanas. Ves la lista de los libros que tienes que comprar para el colegio, sacas la calculadora y el resultado es que vas a tener que comer atún con galletas Ritz de desayuno, almuerzo y cena para poder costear la matrícula y los materiales escolares. Se supone que tú estés bañándote en las playas de Acapulco, pero no, estás sentado en tu oficina, frente a la ventana, con la mirada vacía y pensando seriamente ejercer la prostitución como part time en las noches.
3. ¿Recuerdas tus resoluciones de año nuevo?
El 1 de enero todo era risas y diversión porque este definitivamente sería tu año. Tú ibas a cambiar de trabajo, te ibas a comprar un carro nuevo y hasta te conseguirías al amor de tu vida. Olvídate, no había pa’ nadie porque lo tuyo venía por bendición divina… cosa que no pasó. Ahora mismo sigues en ese trabajo que odias con todas tus fuerzas, tu carro se puede j***r en cualquier momento, y has decidido subir el radio cuando escuchas algún ruido nuevo solo para ’’. Lo más triste no es que no hayas conseguido una pareja a estas alturas del año, lo triste es que ni siquiera has tenido sexo por los pasados meses, y si no llega a ser por RedTube, estarías ahora mismo con un mal humor que no te soportaría nadie. Por lo menos tienes Internet. ¡Algo es algo!
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2. No hay “normalidad”… porque todos están de fucking vacaciones
La “mayoría” de la gente siempre se coge unos días durante julio… y cuando decimos “mayoría” nos referimos a los empleados públicos, médicos y personas exitosas. Decides hacer una cita con la dentista porque se te partió un diente, y te dicen que la doctora llega en agosto porque anda por Europa con la familia. Te tienes que ’’ la mellaera un par de semanas o arrancar pa’ Colombia en donde por $2,000 te ponen dientes, te hacen lipo y te ponen tetas. Claro, tú no tienes ese dinero, así que tomas la gran idea de no sonreír por tres semanitas. Cuando vas a ir a hacer una gestión gubernamental, lo que normalmente te toma 4 horas (si vas a pagar), en julio te puede tomar una semana completar la hazaña porque no hay personal.
1. No tienes un beach body
Cuando el año acaba, siempre dices que vas a rebajar para el próximo año, y antes de comenzar la misión, se te ocurre la genial idea de comer como si el mundo se acabara en Navidad, para llegar a enero con más libras. ¡Bien juga’o! ¡Chócala ahí! Cuando llega abril, quieres darle con todo, desayunas lechuga, y haces lo imposible para botar 38 libritas en 4 semanas. En junio te vas rindiendo porque sabes que es cuesta arriba, y ya tienes que ir a la playa. Ya para julio te propones cambiar tu cuerpo para el año que viene, a la misma vez que le das muerte a un bolso de Tostitos debajo de una palma, y no te quitas la camisa ni pa’ Dios porque todo el mundo parece que se puyó cosas y están super fit. ¡Maldita sea!
¿Ya están listos para que llegue agosto, amiguitos?