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Razones por las que Ivy Queen tiene más ‘street cred’ que Coscu y Anuel

Martha Ivelisse Pesante nació en las frías y desoladas calles de Añasco en el 1972, mismo año en que estrenó la narcopelícula “El padrino”. Ivelisse vivió un tiempo en Nueva York, donde comenzó a entonar canciones de rap, combinando este arte con los movimientos de manos de su superhéroe favorito, Wolverine. Al volver a la isla, empieza a rapear junto al MC “Chu Chu Tren” (suena absurdo, pero es cierto), pero decide abandonarlo ya que es harto conocido que el área oeste no pare buenos raperos, y si se quedaba en su pueblo iba a terminar como sus primas: haciendo uñas acrílicas.

Es así como Martha decide irse a San Juan, y conoce a DJ Negro, quien la presenta al mundo del reguetón, y desde entonces todo es historia para “la abuela del reguetón”. Ivy Queen es sin duda alguna la única fémina que ha domado un género tan machista, y mientras Glory “la gata gangster”, Taína “la bravucona”, “Glerysbet “la pastelera” y Jenny “la sexy voz” solo se limitaban a gemir en los coros, La Queena se ha ido al toma y dame con el resto de los exponentes varones.

Veamos algunas razones por las que Ivy Queen tiene más &#39street cred’ que Cosculluela y que Anuel AA.

Decidió sacar la cara por todo el cobarde genéro y su primer hit fue “Somos raperos, pero no delincuentes”. Noten como se visitó de tripleta con papel de aluminio para el video.


Ivy rompió esquemas usando ropa que para ese entonces no le servía bien ni a Mexicano, OG Black u otros raperos con más masa muscular.

La Queen tuvo que enfrentar los constantes bochinches sobre su orientación sexual, solo porque esta disfrutaba usar ropa baggy y tenis Fila, a la usanza de las confinadas de Vega Alta de la época.

Es así que decide comprarse un novio llamado Gran Omar. Dicen que el muchacho era rapero, pero nunca lo escuchamos cantar, pues este solo se limitaba a posar a la lado de Ivy como un perrito faldero.

En una ocasión Gringo se puso a decir comentarios sobre Martha Ivelisse y Tito El Bambino, en el que se rumoraba entre los reguetoneros que Ivy era hombre y que Tito era homosexual. Mientras Tito guardó silencio, Ivy ripostó con que “quien se había hecho una liposucción fue él”, porque Ivy no se queda con na&#39 de nadie.

Pero Gringo no fue el único que se atrevió a tirarle a Ivy, pues Calle 13 en una de sus tiraeras contra el reguetón zumbó unas indirectas sin mencionar nombre de los varones, pero sí mencionó a “la abuela del género”. ¡Qué mameyote! Le tira a Ivy directo, pero no al fundillú de Don Omar o Daddy Yankee. Ivy tampoco se le quedó callada, y prometió meterle dos puños en la cara cuando lo viera.

Ivy le dio una voz a la mujer valiente, a esa dama que partía caras si veía al marido con otra, a esas chicas que no temen quitarse las tacas para bailar descalzas en la disco. Ivy le dio identidad de guerreras, no solo a las chicas de Cataño, Bayamón y Carolina, sino a todas las boricuas.

Y tanto era el miedo que le daba a los varones, que cuando dejó atrás la ropa de rapero niuyorican, y se hizo los senos y escogió los trajecitos, no nos atrevíamos a mirarla por miedo a que nos diera un bofetón.

Por su culpa, muchas veces las chicas en la disco nos cantaron “yo quiero bailar, tu quieres sudar, y pegarte a mí el cuerpo rozar; y yo te digo sí, tú me puedes provocar, pero eso no quiere decir que pa la cama voy”. Admítelo: lo leíste cantándola.

Ivy es sumamente pasional, y ella no le llama bachateo, sino SENTIMIENTO

Y ha rapeado hasta preñá. ¿Hay algo más tough que eso?

Después de parir, Ivy vino a retomar su trono y le tiró a todo el género.

Ivy ya no quiere estar en trajecitos, y volvió a su estilo urbano y agresivo. No solo amenenazó a sus colegas con querer darle par de golpes, sino que dejó claro que volvió “la diva, la potra, la caballota”.

Te tenemos un poco de miedo, Ivy, pero eres la mejor.

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