Música

La única reseña honesta del concierto de Daddy Yankee

Una reseña desde el palomar y sin taquillas regaladas como los podcasteros

Concierto La Meta en el que Daddy Yankee se despidió de su público en Puerto Rico.
Despedida de DY Concierto La Meta en el que Daddy Yankee se despidió de su público en Puerto Rico. (Rafael Contreras/Rafael Contreras)

Anoche fue la segunda función del concierto de Daddy Yankee y mi caco interior no pudo resistir tirarse la misión de conseguir taquillas para este espectáculo que podría ser la última vez que el señor Raymond Ayala pise los escenarios -si no es que se tira veinte reencuentros más cada año como hacen los Menudo, que igual que el Big Boss ya comparten su cojera-.

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Finalmente conseguí boletos, aunque estos conciertos dicen que están sold out siempre sueltan par de espacios antes de comenzar la función (gracias a @itscarlosivan en Twitter (X) por ese tip). Le metimos la tarjeta de crédito y el credit score se lo encomendamos a nuestro siervo Almighty que bregue con eso en la otra vida. Como esto salió de mi bolsillo nos vamos con una reseña bien honesta, sin ataduras, ni auspiciadores que nos vengan a regañar. Nos fuimos al palomar como deber ser y a disfrutar la despedida del considerado “máximo líder”.

Antes que todo, yo siempre he sido fanático de Don Omar, quien es el artista más versátil del género pero hay que aceptar que a Yankee, su disciplina y consistencia lo han puesto en la primera posición de todos los tiempos en el género. No se equivocó cuando dijo: “soy el pasado, presente y futuro, ronca ronca y te pateé gallo bolo”. (Ayala, Ramón. Mírame 2005)

Vamos al concierto…

DY comienza con sus palos de la vieja escuela junto a DJ Playero, lo que activó rápido a los señores y señoras de 40+ que son el público principal de este concierto. La gente comenzó a calentar con temas como “Yo nunca me quedo atrás”, “El funeral” y “Son las doce”. Luego nos vamos más adelante con “Gata Gangster” que puso al público a cantar ese coro de Don Omar y recordarnos que por culpa de sus egos nunca más los veremos juntos en tarima.

Hay que destacar el montaje del espectáculo, una tarima trasladó a DY por encima del público a la parte principal mientras continúa con “Saoco” y “No me dejes solo” algo que nos dolió porque no las cantó junto a Wisin y Yandel.

DY tiró par de palos por alrededor de una hora sin invitados. Punto para el Big Boss por demostrar que puede hacer un show sin necesidad de veinte invitados o venderlo con la posibilidad de que se aparezcan otros artistas como pasa con muchos del género. Claro, su trayectoria le backea en esto.

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No fue hasta que De La Ghetto, MC Ceja, Chyno Nyno (a quienes los chamaquitos no reconocieron) Baby Rasta y Gringo se aparecieron en el escenario que comenzó la llegada de invitados. Nos fuimos al maleanteo con “Llegamos a la Disco” y luego “Somos de Calle”. Aquí fue donde desde el palomar roncamos de chavos y olvidamos que el carro no tiene aire y se nos calienta todos los días de camino a la oficina.

A pesar del maleanteo aquí hubo un momento emotivo con Kendo Kaponi. Daddy y su robótico temple sin sentimientos le deseó lo mejor a un Kendo quien tenía los ojos llorosos ya que este ha pasado por 20 mil problemas. (Tenía par de chistes sobre esto, pero me los reservo ya que aprecio la vida).

Feid también dio un caretazo junto a Yandel para “La Baby” y “Yankee 150″ pero hubiésemos preferido a Yandel en los temas de la vieja con DY.

Ya pasada una hora de concierto las rodillas comenzaron a flaquear, por suerte comenzó la parte del álbum “Leggendaddy” y el tema “Remix” que fue un excelente momento para ir al baño y buscar otro trago en la barra. Al regresar, Daddy Yankee estaba haciendo un recorrido por los temas que hizo con la misma receta y el mismo sonsonete: una pista rápida, coro pegajoso y chanteo. Entiéndase: Limbo, Pose, Dura y Shaky Shaky. En esta última mi miedo a que Daddy Yankee convirtiera aquello en un servicio cristiano como se rumoraba se fue luego de verlo ligándose a su bailarina principal mientras esta le twerkiaba a las 18 mil personas del Choliseo.

Dentro de este set también interpretó su nuevo sencillo “Bonita” que hizo con la misma receta de los temas mencionados anteriormente. Luego entró uno de los de la nueva, Omar Courtz para el tema “Beachy”. Courtz es la víctima más reciente del vampiro DY quien le chupó la juventud al prospecto igual que hace unos años hizo con Lunay, este es el secreto por el cual Raymond luce más joven que cuando comenzó su carrera.

Se apagaron las luces y está sonando un cuatro…¿Ya ustedes saben lo que va a pasar verdad? Sonó “Despacito” y fuimos al baño otra vez.

Finalmente el concierto termina con “Gasolina”. Uno de los momentos más icónicos con dos vehículos que bajan del techo mientras suena el tema que puso al reggeaton en el mapa.

¿Conclusión? La decisión de poner los temas en orden cronológico fue un arma de doble filo, comenzó el concierto con mucha energía pero llega un punto que cuando entran los temas de la etapa más comercial de DY baja la intensidad, además de que ya el público lo había dado todo con los temas de la vieja. Algo parecido le pasó a Don Omar en el concierto de DY vs. Don Omar en el 2015.

Pero en fin, DY gracias por tantos años de palos y hacer el soundtrack de los mejores jangueos de muchas generaciones. Suerte en tu vida de retirado y esperamos que seas bien recibido en el club de patitas calientes de Plaza.

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