Oiga, con lo caliente que está el verano, la cuestión del coronavirus y ahora el maldito polvo del Sahara, la libido se le baja a cualquiera.
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Lo que pasa es que usté debería ser un perrito o una perrita para que esas ganas de dar o coger tabla puedan superar cualquier escollo. Mire el ejemplo de estos dos espécimenes caninos que no vacilaron a la hora de entregarse en carne y alma a la carencia de pudor que proponen los sentimientos de dos entes que se aman.
Así las cosas, esta pareja de perritos cuyos nombres desconocemos se engraparon y fornicaron hasta que bajó el sol, con un atardecer hermoso de fondo en alguna playa que no revelaremos, para proteger la identidad de estos dos amantes de verano. Eso sí, el video apareció en una cuenta de Twitter y al cierre de esta edición ya había sido compartido en más de 34 mil ocasiones.
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