Fotito aquí, fotito allá… ¡Qué julepe!
El hermoso monumento al gallo, que con mucho esfuerzo inauguró la patriótica clase política de Puerto Rico, no solo sirve para ocupar espacio y recordar lo fácil que es malgastar el dinero público en porquerías, sino que ahora sirve de caballito para que el pueblo y los turistas se tiren fotos bellas.
FOTO
Esto es para que usted tome consciencia y valore las cosas buenas que Puerto Rico tiene para ofrecer. Ya no te tienes que conformar con caminar y sudar sobre los centenarios adoquines del Viejo San Juan, puedes disfrutar del ambiente capitalino con el gran gallo de Henry Neumann.