Nadie hubiera pensado que un carbon-copy de Point Break sobre ladrones de reproductores de DVD y sus carros sería un fenómeno mundial 20 años después, que abarcaría 8 secuelas, un spin-off, un paseo en un parque temático y mercadería, pero The Fast and the Furious demostró que el mundo estaba equivocado una y otra vez. Cada vez que se pensaba que se estaban quedando sin gasolina, siempre cambiaban (¿drifteaban?) para mantener la franquicia fresca, ya sea con nuevos actores, expansión del mundo, estilos de carreras diferentes y escenas de acción que desafían la física siempre caminando esa línea bien fina entre parodia y verisimilitud. Pero, ¿qué sucede cuando atraviesan esa línea en el lado de la parodia hasta el punto en que ni siquiera puedes ver la línea? La novena entrega de esta franquicia, F9 – The Fast Saga, responde esa pregunta y es casi como ver un meme en acción… de mala manera.
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Intentando vivir una vida pacífica en el campo, Dom (Vin Diesel) se ocupa por criar su hijo junto a Letty (Michelle Rodríguez), manteniéndose fuera de problemas. Sin embargo, cuando Mr. Nobody (Kurt Russell) es atacado por el súperespía/el hermano de Dominic, Jakob (John Cena), quien toma el control del peligroso genio de la tecnología. Su objetivo es el Proyecto Aries, un dispositivo capaz de controlar todas las computadoras del planeta, dándole a él y a su socio, Otto (Thue Ersted Rasmussen), poder global. Al darse cuenta de que la pelea aún no ha terminado, Dom regresa con la familia, uniéndose a Tej (Chris Bridges), Roman (Tyrese Gibson), Ramsey (Nathalie Emmanuel) y Mia (Jordana Brewster), para localizar a Jakob y poner un alto a su malvado plan.
Lo bueno
Las chicas Fast: Las momentos genuinos que ofrece F9 son con frecuencia cortesía de las mujeres del elenco. A pesar de que apenas consigue una historia y desarrollo de personaje, salvo dos escenas en una película de 2 horas y 25 minutos, Letty tiene el corazón latiendo con fuerza mientras ruge una motocicleta a través de la jungla, perseguida por soldados con ametralladoras, pelea a puñetazos en Japón y hasta varias escenas adorables con su hijastro. El cerebro informático Ramsey (Nathalie Emmanuel) adquiere una personalidad luego de ser eye-candy en sus primeras dos entregas ya que se revela que es la única del equipo de Dom que nunca ha guiado en su vida, lo cual es un sacrilegio en este punto de esta franquicia. Esto no le impide tomar un camión y correr por las calles de Edimburgo, todo mientras usa un electroimán gigante para derrotar a sus perseguidores. Y Jordana Brewster está de regreso como Mia Toretto, lo que uno pensaría que le darían la oportunidad de expandir su personaje lejos de Brian O’Conner dado que su otro hermano es el villano, pero la película se olvida de ella por mucho rato. Dicho esto, es realmente agradable verla de regreso e interactuar con el resto de los personajes, incluso si la película en realidad no la quiere allí.
Representación latina: Si bien el elenco principal se ha establecido durante mucho tiempo, ha sido interesante ver cómo la franquicia Fast & Furious no se ha anunciado más en términos de representación, específicamente latinos. Después de ver In The Heights y celebrar esa película por su representación cultural general (aunque todavía hay trabajo por hacer), esta es una gran oportunidad para celebrar esta, ya que han estado haciendo esto por más tiempo y sin mucha fanfarria. No solo tienes a Michelle Rodríguez y Jordana Brewster como protagonistas femeninas desde la primera película hace veinte años, sino que también tienes el regreso del legendario reguetonero Don Omar para una escena rápida (sin Tego Calderón). También obtienes un par de escenas rápidas de los raperos Cardi B y Ozuna, este último que tiene una conexión con el personaje de Don Omar, Rico Santos, que no arruinaré aquí para mantener viva la sorpresa. Simplemente demuestra que los latinos son más que simples gánsteres, ladrones, traficantes de drogas y compinches; también pueden ser super espías/superhéroes/estrellas en películas de acción que pueden desafiar la gravedad tan bien como el típico protagonista blanco.
Lo malo
Los flashbacks: Cambia la F de Fast y/o Furious en F9 a Flashback porque la película se desvive por este “frame” narrativo. La nueva película intenta llegar a la raíz del dolor de Dominic con una extensa trama secundaria que devuelve a los espectadores al verano de 1989 cuando Dominic vio a su padre morir repentinamente en un accidente de carrera masivo, empujándolo a una posición de guardián para Jakob y Mia. Pero debido a que a esta franquicia le encanta hacer todo lo posible de vez en cuando para contradecir su pasado, esto es lo que obtienes. Y está bien si haces un flashback extendido para explicar la brecha entre los hermanos. Sin embargo, en algunos momentos parecía que el actor/productor Diesel quería tener su propio Godfather Part II con esta película ya que puedes dividirla y tener dos películas distintas separadas de una. otro: uno una precuela y el otro una continuación de la trama que hemos seguido por 20 años. Desafortunadamente, no funciona por completo.
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Las escenas de acción: Al menos podemos disfrutar de las acrobacias y los autos geniales, ¿verdad? Desafortunadamente no. Aparte del primer viaje al volante de Ramsey, en realidad no se sienten inspiradas. Los conductores guían a través de una jungla centroamericana con lo que parece un camino pavimentado para ellos incluso antes de llegar allí. Y la familia Fast también causa estragos en Londres y Tbilisi, con un camión electromagnético al borde de ataques terroristas. Todas estas secuencias parecen mucho más falsas que las películas anteriores. Entendiendo que las otras películas tampoco siguen las leyes de la gravedad pero siguen el camino de la verisimilitud, el exceso de efectos ha convertido las acrobacias de autos en parodias aburridas de si mismas, hasta el punto en que parece que los escritores miraron un thread de Reddit de lo que los fanáticos quieren ver y simplemente lo escribieron y lo enviaron a su departamento de CGI y dijo “Haz esto. No lo vamos a filmar en absoluto”. Gran parte de la película simplemente se ve fea y generada por computadora, incluso las carreras obligatorias. Una vez que finalice el tiempo de ejecución de 145 minutos, sentirás que no obtuviste el valor de tu dinero.
Lo feo
El tono: El realismo no ha necesariamente permeado en ninguna parte de esta franquicia, y F9 cumple su promesa de permanecer en el camino de acción escritas por Bugs Bunny y el Pato Lucas. Sin embargo, la película parece decidida en crear un viaje más emocional para Dom que no fluye con el tono que el director Justin Lin había implementado en estas películas desde Fast and Furious del 2009 (la cuarta). La película nunca decide si quiere ser más dramática como la película original o estrafalaria como la segunda mitad de la franquicia, incluyendo Hobbs & Shaw. Esto prevalece particularmente en dos conjuntos de interacciones de personajes: por un lado tienes a los Torretto abriendo viejas heridas sobre lo que se hicieron el uno al otro, y por el otro tienes a Roman y Tej hablando de ser invencibles ya que han sobrevivido a una serie de misiones que van desde robar una caja fuerte hasta un ataque de un submarino. Puedes tener escenas como esta en una película, pero el tono cambia con fuerza en ambos sentidos durante largos períodos de tiempo hasta el punto en que olvidas lo que está sucediendo con los otros personajes porque no los ves durante 20 minutos. Uno pensaría que con el regreso de Lin como director sería tan fácil como correr en bicicleta. Desafortunadamente, es una bicicleta de una rueda y sin manija que simplemente se sale del camino.
El ego de Diesel: Mientras que mi reacción inicial de Hobbs & Shaw es que era un ejercicio en branding para Dwayne Johnson y Jason Statham, mi reacción hacia esta es que Diesel tiene demasiado poder sobre esta franquicia. Diesel no es un gran actor; eso lo sabe el público y lo sabe él. Pero el tipo ha sido bastante servicial en cuanto a películas de acción. Pero cuando se te trepa el ego hasta más no poder como en Bloodshot, ahí es que entran los problemas. Es bien difícil estar intrigado en un personaje y su pasado cuando el director trata lo más humanamente posible de exprimirle algún tipo de sentimiento a Diesel cuando este nunca está dispuesto a variar las expresiones de su cara como mínimo. Peor aún es cuando el tipo tiene que ganar cada pelea sin un rasguño. En ningún momento llegue a pensar que la vida de Dom corría peligro porque aunque le cayeran 25 hombres encima, el tipo los pudo aguantar, empujar, caerles a puño y tumbar el techo halando una cadena atada a dicho lugar usando lo que uno solo puede describir como “family power”. Las buenas películas de acción te hacen pensar que los personajes podrían no salir con vida, mientras que las grandes películas de acción te ponen en el lugar del personaje y sientes el peligro corriendo por tus venas. F9 perdió todas las oportunidades de hacer esto porque tenían que servir al ego de su actor principal, en detrimento de la película en general.
Como fanático de esta franquicia, particularmente una vez que esencialmente se convirtieron en Auto-vengers, F9 – The Fast Saga es la primera entrega que se siente perezosa. No muestra ningún cuidado al crear algo nuevo o fresco, ya sea en escenas de acción, interacciones de personajes e incluso con historias de fondo ridículas. Ahora que hemos tenido nueve de estas películas, las ruedas están saliéndose de lugar oficialmente. Con el final a la vista (parece que quedan dos más), esperemos que los guionistas, el director y los productores de la franquicia tengan la fortaleza de mirar dentro del bonete y tratar de entender qué fue lo que ocurrió en este capítulo que se convirtió en un limón.
Rating: D