En el ocaso del Siglo XV nació en Toledo Garcilaso de la Vega, un ser de luz que hizo poesía y un poquito más que eso. Pero no cualquier poesía hizo Garcilaso. Este campeón tuvo que morir para que sus sonetos fueran publicados diez años después y terminó siendo una especie de mito del Siglo de Oro español. Un crack.
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Estamos en el 2019 y en esta etapa del siglo XXI todavía es una misión comprender los versos del Garcilaso. Sin embargo, como el mundo da muchas vueltas, ha surgido una nueva leyenda. Su nombre es William Villafañe, un personaje de la montaña criolla que tras superar los retos coloniales se hizo abogado, solidificó su fe en el movimiento anexionista, fue secretario de la gobernación durante la administración del peor gobernador en la historia del terruño y ahora es senador con flow de poeta. Sí, William también es poeta. Y no cualquier poeta.
Este distinguido pensador se inspira en el tiempo, en la grandeza del regreso y en la incertidumbre que produce la espera, cuando la frustración se hace latente en la frustración de haber sido insuficiente en un amor que trascendió la carne, los fluidos y los pellejos. William escribe sobre volver. Escribe también sobre inspirarse y asumir un espacio donde la presencia humana requiere un aroma de poder y control político. Sí, los versos de William inspiran a personas como Beatriz Rosselló, por ejemplo. La exprimera dama alimenta su espíritu combativo con la prosa del pana de su esposo, que a todas luces tiene mejor pluma que Luis Palés Matos y Julia de Burgos. Bueno, eso se cae de la mata. Basta con el endoso de Beatriz, quien en sus buenos tiempos en La Fortaleza le aclaró al mundo que Gabriel García Márquez le robó Cien Años de Soledad a Paulo Coelho.
“Entonces, desde el norte,
cual Fénix vencedor,
el corazón latió
como el sol que amanece…”
William no usa seudónimos para compartir su poesía. Él no es un Jacinto Ortega en La Democracia. Eso es de colonialistas, de gente que creyó en el poder del ELA.
INSPÍRATE COMO BEA:
Es importante que usted sepa que este maravilloso poema de William salió a la luz luego de que el bardo fuera electo en las elecciones especiales del PNP, junto al exconvicto federal, Héctor Martínez.