“Deben permanecer en su vehículo en todo momento y usar mascarilla…”
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Esa es la vaga advertencia que Jorgito le da a sus seguidores, bendito, en letras que pasan desapercibidas en este flyer que convoca a una fiesta masiva de celebración.
Y es que ese muchacho ya llegó y no sabemos qué piensa hacer con el sistema de Salud en Utuado, pero parece que su primera proclama será darle las llaves de la ciudad al Covid-19.
Jorge Pérez Heredia, quién al fin ganó una elección tras cuchimil intentos ya fuese pa’ representante o pa’ alcalde – y que tiene un buen apadrinaje de Thomas Rivera Schatz, de quién fue empleado en el cuatrienio de 08-12 – parece que no encuentra el pie derecho para empezar su incumbencia. En momentos en que el Covid-19 corre rampante por Puerto Rico, este eterno perdedor político que ahora conoce el triunfo quiere, olvídate, tirar la parada de Macys en Caguana.
Ay, chico…
La voz de alerta sobre este megapapelaje utuadeño la dio el cuarto bate de Twitter, el señor Robby Cortes, un arecibeño que nada en la decencia y janguiaba en La PéErre pa’ los ’90, pero que también a veces visitaba Utuado, menos en la pandemia, porque, alcalde, BENDITO SEA DIOS, se nos va la vida con esto.
Por si acaso, el señor don Jorgito cuenta con vasta experiencia en el mundo del papelaje.
Para quién no lo sepa, en 2012, cuando era candidato a la alcaldía de Utuado, Pérez Heredia, arrancó un poste de alumbrado eléctrico de una propiedad suya para usarlo, junto con un transformador, como una barbacoa.
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Según narra un artículo de aquella fecha de Primera Hora, “ahí no terminó todo porque Pérez Heredia, gerencial de la AEE que disfruta de una licencia sin sueldo, llegó a la cuarta edición del Festival Nacional del BBQ vestido como si fuera empleado de la AEE, con todo y casco, arnés y espuelas. Pérez Heredia, sin embargo, pasó por alto que ese equipo solo puede estar en propiedad de personal unionado de la AEE, así como el costo de los mismos y la escasez que denunciaron empleados para este época de tormentas”.
Precisamente, en aquel momento, Pérez Heredía mostraba excelentes facultades de alicate político-partidista y hasta una dispensa pidió en la AEE para aceptar un humilde trabajito cuando Thomas Rivera Schatz culminaba su primer cuatrienio como presidente del Senado, en el que cobraba $4,500 mensuales dirigiendo en aquel entonces un embeleco llamado Oficina Interangencial y Ayuda al Ciudadano del Distrito de Arecibo.
