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Entrevista con Alexis Zárraga: "Todos salen debidamente ofendidos" en 'La Revolución Estadista'

Macetaminofén habló a calzón quitao' sobre la novela La Revolución Estadista, sus otros proyectos y el momento creativo que vive actualmente.

la revolucion estadista

Alexis Zárraga ha calado su nombre en el corazón de los puertorriqueños y, con su estilo irreverente, se ha convertido en un escritor querido por muchos y cuestionado por otros.

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Es considerado uno de los primeros en aprovechar el boom de las redes sociales para ganar adeptos a diestra y siniestra, a través de su mote de Macetaminofén. Tras alcanzar decenas de miles de seguidores, entró al mundo del periodismo corporativo. Fue redactor de El Vocero durante años, antes de pasar a Metro y convertirse en uno de los fundadores de El Calce. Hace poco más de dos años probó suerte en el mundo de la publicidad, pero finalmente tomó una decisión muy valiente: irse por su propio rumbo, ser su propio jefe y desarrollar su talento como él mismo entiende que debía ser, sin nadie que le diga ’hazte esto o hazte aquello otro’.

Así las cosas, ahora mismo ha encontrado el éxito con varios proyectos. La Vida de Yisus, por ejemplo, es un invento groundbreaking en la mediática boricua, pues a fuerza de historias de Instagram cuenta la historia de Yisus, un personaje que, en realidad, es un muñequito de juguete, con vida propia y rodeado de otras figuras que alimentan la narrativa.

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Además, el podcast Siempre Es Lunes, que tiene junto a su compañera Marisol, y junto a El George, Guzabra y Alexis Sebastián Méndez, se ha posicionado entre los primeros en audiencia entre podcasts de comedia de Puerto Rico.

Y, finalmente, está la novela de sátira política llamada ’La Revolución Estadista’, que pone bajo lupa de una forma jocosa el desbarajuste sociopolítico que es Borinquen. De hecho, ’La Revolución Estadista’ se encuentra entre los más vendidos actualmente a través de Amazon, especialmente en la sección de ’Humor Negro’.

Nos sentamos a dialogar con Zárraga, nuestro colaborador de siempre y uno de los cerebros que desarrolló El Calce en su inicio, para ver de qué se trata este nuevo proyecto y de cómo le va en este momento muy particular de su vida creativa.

El Calce: Zárraga, ¿qué diantres es esto de la Revolución Estadista?

AZ: Mano, “La revolución estadista” es un chiste que se salió de control. Comencé haciendo un pequeño cuento en el 2016, lo dejé con un final abierto y a la gente le gustó mucho, al punto de que estuvieron dos años pidiéndome que terminara la historia. Este año decidí continuar la historia, pero no había tenido tiempo, así que en agosto apreté y salió toda esta locura. La novela trata sobre un futuro casi apocalíptico donde Puerto Rico está chavao -o sea, más jodío de lo que está ahora- y una dictadora enana es quien corre el país. Un grupo de subversivos estadistas quieren derrocar a la tirana y esto va a provocar muchos problemas. El tema de los bandos es principal aquí, tú sabes que en este país nos ponemos las gríngolas según el partido o la ideología que tengamos y no vemos las cosas con objetividad, y en esa novela todo ese absurdo es bien importante.

El Calce: ¿Qué le dices a los que piensen que esto es una épica de fotutismo estadista?

AZ: El que vaya buscando loas a algún partido va a salir bien desilusionado porque esto no se trata de pasarle la manito a nadie. Yo me aseguré que de que todos salieran debidamente ofendidos porque lo mismo me vacilo a la izquierda que a la derecha. El propósito de esta novela no es presentar la virtudes de un bando ni nada por el estilo, aquí yo vine a contar una historia a mi estilo, con humor negro, violencia y sangre. Si estás buscando algo fresita, este no es el libro que debes de leer.

El Calce: ¿Cuánto te echaste escribiendo esta obra, digna de cualquier season de Game of Thrones?

AZ: Mano, empecé noviembre del 2016 con el cuento, que me tuvo que tomar algunas horas, pero como te dije, lo retomé este año a mitad de agosto. Lo terminé en septiembre escribiendo tres días a la semana un par de horas. Usualmente yo me pongo fechas para los trabajos porque no me gusta estar pega’o en una historia por meses. La historia más larga que he trabajado es Yisus porque las condiciones son otras, es otro formato, pero ya mismo le meto dos tiros al personaje y me muevo a lo próximo. 

El Calce: Escoge las condiciones en que escribiste esta novela:

  1. Borracho
  2. Arrebatao
  3. Con amor en tu corazón
  4. Con desdén hacia la humanidad

Ahora, elabora al respecto y dinos porqué…. 

AZ: Bueno, yo escribo sobrio y me gusta editar arrebatao pa’ darle más pique. Yo puedo escribir con amor y con desdén hacia la humanidad, creo que estar en contacto con los sentimientos es vital a la hora de  disparar letras. Marisol y yo brainstormeamos mucho dándonos unas cervezas, y guardamos las ideas para usarlas después, pero al momento de escribir prefiero hacerlo sobrio y con café. 

El Calce: ¿Qué rol tiene aquí tu tocayo Alexis Sebastián Méndez?

AZ: Alexis Sebastián escribió el prólogo y pa’ mí es un honor porque yo llevo leyéndolo desde que tenía 16 años. Para mí Alexis ha sido un maestro y un guía, porque el tipo siempre me está dando consejos y metiendo presión para que escriba. Puedo decir que tengo una relación bien nítida con él, y aunque ha sido mi inspiración desde chamaco, puedo decir que es uno de mis grandes amigos. Aprovecho para decir que tienen que leer “La noche que renunció Ricky”. Esta disponible en Amazon y es un palote. Ah, y pa’ que sepis que Alexis y yo somos los boricuas que estamos metiendo candela en la categoría de español y ficción en español en Amazon, peleando ahí con Isabel Allende y Vargas Llosa.

El Calce: Tú ya no tienes jefe… bueno, nos referimos a jefe laboral, Marisol no cuenta. Desde que saliste del mundo corporativo, escribiste la obra La Casa Sin Papel, has hecho La Vida de Yisus, también el podcast Siempre es Lunes, que cumplió ya un añito, y ahora esto… Por favor, descríbenos estos proyectos y dinos qué tipo de satisfacción te trae cada cuál.

AZ: Mano, llevaba años queriendo irme de lleno a crear hasta que al fin pude hacer el plan y tirarme de cabeza. Creo que desde marzo no he tenido un fin de semana libre, pero me gusta eso de hacer varias cosas a la vez. Lo más difícil fue la obra porque es un trabajo con mucha gente, y cuando hay un montón de cabezas aportando ideas, pues la historia que originalmente tú creas va sufriendo cambios; a eso tengo que añadirle que la escribí en ese intenso de verano del 2019, mientras el país se estaba cayendo en cantos. Pa’ mí fue un honor participar con tanto caballote y estoy bien contento con el éxito que tuvo en teatro la obra. El podcast me da una alegría brutal porque es algo que también llevaba tiempo que quería hacer; de hecho, ya para el 2010 intenté hacerlo en La Letrina, pero no se pudo. Siempre me gustó la radio, pero hacer radio ahora mismo no era una opción real, no solo porque es un medio que siempre tiene a la misma gente haciendo lo meeeeeeesmo por toda la vida, sino que mi estilo no iba a cuadrar en las tradicionales ondas radiales; así que dije “bueno, pues vamos a hacerlo nosotros mismos” y con mi esposa empezamos a hablar de lo que queríamos. Luego llegó Meli y George, y todo comenzó a coger vuelo. A los tres meses de tener el podcast hicimos un show live, y cuando vi la reacción de la gente, dije “esto puede ser algo grande”, y seguimos trabajando pa’ hacer algo grande.

Con Yisus fue otra locura porque nació de una curiosidad mía al ver los stories. Yo me preguntaba por qué diantre la gente se pasaba enseñando platos de comida o jangueando, y no entendía por qué a la gente le gustaban tantos los fucking stories; entonces decido coger un muñeco de Yisus que mi hija me había regalado hace tiempo, y empiezo a poner al muñeco a bailar para vacilarme a la gente. Curiosamente, a las personas les tripió ver a un Jesús bailando reggaetón. Poco a poco comencé a añadirle elementos a los stories, y de repente ya tenía un montón de gente jukiá, tenía varios personajes, una historia que contar, anuncios, o sea, ya había casi una telenovela hecha. Al principio me insultaban porque decían que estaba “burlándome de Dios”, pero poco a poco entendieron que Dios no es un muñequito que mide tres pulgadas con un sello de “made in China” en los pies. Ahora misma la gente me tiene loco de jueves a domingo con la novela, y el que vende el muñequito se ha hecho de par de billetes porque la gente lo está comprando.

Cada proyecto tiene una satisfacción diferente, y el mantenerme trabajando sin bajarle ha sido bien importante porque las personas ven que estoy creando mucho, y van entendiendo que aunque es entretenimiento estoy haciendo algo serio. Todavía no hay mucho dinero, pero hay mucho trabajo. Espero que los chavos lleguen pronto y pueda comprarme otro carrito; ah, y que pueda pagarle a Sol para que se haga los senos. No tengo jefe, pero como dijo Willy Cultura en una canción: “no tengo horarios, no tengo reglas, pero por eso es que es doble la entrega”. Seguimos metiéndole be****o.

 

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