Jarana

Bad Bunny evoca nostalgia jueyera de Los Naranjos con ciudad submarina de Yonaguni

GUARICO – ¿Te sorprende ese nombre \’Yonaguni\’, que zumbó hoy Bad Bunny? ¿De dónde Benito sacó eso?

Es que, sin duda alguna, dónde quiera que los trotamundos pies de Benito Antonio Martínez pisan el espíritu de pescador de zanja lo acompaña, como buen niño que creció recogiendo las guábaras que Tito Kayak perdonaba en Charco Azul y recolectando cascos de juey rucio de los que se le caían de la barba a Rafín, el de los Naranjos, cada vez que comía salmorejo.

Y es que ese hombre que ahora las damiselas y les damiseles apodan Bad Bunny no siempre fue un tipo de zanahoria alzada… más bien esperaba que acabase la veda de jueyes en octubre para insertarse junto a su panita, el también vegabajeño Camellito Bombón, en los pantanos de Los Naranjos, Las Lisas y Guarico.

El juey, alimento vegabajeño por excelencia:

Es que, sin duda alguna, dónde quiera que los trotamundos pies de Benito Antonio Martínez pisan el espíritu de pescador de zanja lo acompaña, como buen niño que creció recogiendo las guábaras que Tito Kayak perdonaba en Charco Azul y recolectando cascos de juey rucio de los que se le caían de la barba a Rafín, el de los Naranjos, cada vez que comía salmorejo.

Y es que ese hombre que ahora las damiselas y les damiseles apodan Bad Bunny no siempre fue un tipo de zanahoria alzada… más bien esperaba que acabase la veda de jueyes en octubre para insertarse junto a su panita, el también vegabajeño Camellito Bombón, en los pantanos de Los Naranjos, Las Lisas y Guarico.

“Nosotros nos conocíamos de antes, de cuando él estaba en la escuelita de San Vicente con misis Ana Victoria y coincidimos en 4to grado. Yo me colgué cuatro años corridos, pero ese año recuerdo que Benito siempre llegaba con los pantalones brincacharcos”, aseguró nunca el notorio prócer Camellito Bombón, expresidente de la Asociación de Baggers de La Playa de Vega Baja, mientras empacaba el Peligrí que Pitu le compró a LuisMa.

“Nos hicimos grandes amigos, jugábamos gallitos en el monte detrás de la escuela, donde las viejitas y los nenes que bebían pastillas McCoy decían que se aparecía la Virgen del Rosario. Nosotros nunca vimos ninguna virgen, pero sí recuerdo que un día Papi Champú le llegó allí junto a Mario el vecino de Care Plancha y uno de los Canoa… y pa’ que fue eso”, tampoco subrayó el misterioso Camellito Bombón, locutor que recientemente sorprendió al equipo de Clase A de Sandín con unos grafitis de agradecimiento que leían “¡Olivo, chambea, jala!”, en las paredes de las casas, desde case’l Enjabonao hasta el negocio de Cú,’ enfrente’ a la entrada del Eco.

En fin, que eran épocas de ternura y mucho juey. Es por eso que tan pronto Bad Bunny supo de Yonaguni, la misteriosa isla de Japón cuya leyenda cuenta que alberga el misterio de una supuesta ciudad submarina, recordó aquellos tiempos en los que se bañaba en case’ Bebo Paré tras alguna gloriosa jornada pescando jueyes en los fangales naranjeños o gremaziando con el boogie por Las Yolas.

“Por eso es que todos los domingos Taíta hace un salmorejo especial, que se llama Casco’e Juey a lo Benito, en el que utiliza ingredientes autóctonos, como el recao de case Piticito y Mariza, ketchup de cheesedog de los de Arturito y el juguito de las ’Cul Lai’ que deja Macho en las latas, que a Fran se le olvida recoger del negocio”, reveló Popi durante una rara aparición en el negocio de Oscar. Ni Puchito King ni Pabli Chuleta respondieron a este rotativo sobre esta importante revelación, pues tampoco fueron consultados.

Asimismo, cuenta la leyenda que cuando Bad Bunny pescaba jueyes en Los Naranjos, siempre era mentoreado por el gran Willie Quiñones.

“De ahí salió su afán de comprar los Cangrejeros. De hecho, tenemos video de un día durante la pandemia, cuando Benito llegó junto a Noah de madrugada a pescar jueyes en los Naranjos. Bendito, Noah salió del mangle con una peste a chivo chévere. Gozaron, aunque no cogieron na'”, informó el sargento Ayala Santos mientras repartía un round de vino El Cocinero en Cayure.

Otras fuentes de escaso crédito indicaron que de eso también es que se trata Yonaguni, de recordar los hermosos momentos de la pesca de jueyes en Vega Baja. Según confirmó nadie, existe además una versión tipo remix del tema en el que aparece un sample de Sammy J y sale Loki declamando un poema que escribió Joe El Abogado en 1973.

Nada, todo esto es para decir que aún con la demanda que le entabló en el tribunal del corazón el licenciado Putín a Bad Bunny por los derechos del tema, la canción saldrá a media noche. Dicen que ya en el negocio Cayure, en case’l tiíto en Los Naranjos, calientan las ollas para celebrar como Dios manda.

“Ya Irvin y Chuma donaron los mejores ejemplares de su granja jueyera. Habrá salmorejo y el Municipio no podrá detenerlo”, puntualizó Mami Toña, escriba historiadora de las antiguas tradiciones jueyeras de Los Naranjos.

“Esto sí serán jueyes buenos, no como los pelús marungos, o los otros que tenían corales y que había q soltarlos, que era básicamente lo que siempre pescó Benito. Pero uno lo quiere, porque la intención es lo que cuenta. ¡Que Dios y Yayo Santos me lo gualden!”, exclamó Mami Toña, justo antes de trancar un juego de chiva para el gran pesar de Bernabé y Raymond.

Veamos el anuncio de la próxima odisea jueyera-musical de Benito:

 

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