Jarana

Algunas razones por las que los salseros de la mata extrañan la salsa de ayer

No es que no guste la salsa de ahora. En arroz y habichuelas, el punto es que no satisface, no llena. Es como comerse un arroz guisado con pollo y que te lo preparen con pechuguitas, no con muslitos. Como comerse un asopao, pero sin arroz adentro. ¿Entiendes?

No es para menos que cuando uno se pone nostálgico y piensa en salsa, siempre llega a la mente la misma gente, los grandes, los caballos que catapultaron el género hasta ponerlo a romper en la China, en el África y el Japón. ¿Qué ha pasado? ¿Vendrán tiempos como los de Frankie Ruiz? Sonará alguna vez alguien como ¿Eddie y Charlie Palmieri? ¿Habrá más sabor como el de El Gran Combo y la Sonora Ponceña? ¿Se volverá a sentir la calle como en las voces de Chamaco, Marvin y el Cano?  ¿El Conjunto Clásico, el Apollo Sound, La Selecta, la orquesta de Willie Rosario, la sabrosura de Bobby Valentín o la poesía de Rubén Blades resurgirán en algún momento en la juventud? ¿Nacerá otro Héctor Lavoe, otro Maelo? ¿Vendrán otros Willie Colón o más Johnny Pachecos?

Bueno, aquí nos aventuramos a enumerar algunas razones por las que la salsa de ahora no es nada en comparación con la de ayer:

Sustancia 

Mi gente, hay buenos intentos y varios aciertos, pero les falta meterle casco a las composiciones y a los arreglos. Hagan el ejercicio. Escuchen una salsa de Willie o la Sonora y después nos dicen como suena lo del momento.

Energía 

Si algo caracterizaba a los salseros de ayer era la energía de la clave y de los soneos. Denle una llamadita a Domingo Quiñones, a Gilbertito o al mismo Cano Estremera.

Letras flojas

Hace falta escritura de la dura. Hay algunos que están exentos de este asunto (wink, wink Juanpi, Piru y Macabeo), pero hay que mirar a las raíces.

Mezclas extrañas 

Se la pasan poniéndole ritmitos extraños a las canciones y la gente lo que quiere es salsa, solo salsa, no gocitos con reguetoneros y merengueros.

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