Aunque bailar en el tubo y leer la biblia no parecen ir de la mano, iglesias protestantes, en Alemania, están cambiando esta idea incorporando esta actividad para atraer nuevos seguidores.
De acuerdo con un medio alemán, se trata de la idea de pastoras mujeres en Baja Sajonia, Alemania, quienes buscando atraer a más personas a escuchar la palabra de Dios llevan a cabo servicios religiosos con pole dance.
En lo que ha sido catalogado como una expresión de fe y celebración, la pastora Lisa Koens reconoce que el baile del tubo, lejos los estereotipos, es una forma de desarrollar consciencia corporal, autoestima y autocuidado.
Citando, especialmente, versículos de la biblia que alegadamente hablan de la danza como respuesta de liberación y/o celebración.
No obstante, la práctica no es bien recibida por algunos, quienes aseguran esto va contra la palabra de Dios.
El baile del tubo o pole dance ha ido cobrando popularidad entre las tendencias del fitness de los últimos años por sus beneficios físicos y mentales.
Un estudio publicado en el Journal of Strength & Conditioning Research apunta a beneficios sobre el cuerpo y la salud cardiovascular.
Asimismo, el ACSM (por su siglas en inglés) o Colegio Americano de Medicina del Deporte, clasifica el gasto energético, productivo por la actividad, como uno de intensidad moderada.
Se habla, también, de su aporte sobre la confianza corporal, reducción del estrés a través del movimiento y el incremento de la sensación de lograr dominar nuevas habilidades.
El origen de este baile se remonta a India, en el que se realizaban movimientos gimnásticos y de acrobacia alrededor de un cilindro de madera. Posteriormente, en China, se descubrieron habilidades acrobáticas con un tubo entre las personas que trabajan en los circos.
No fue hasta el 1980 que comenzaron a aparecer tubos de metal en clubes nocturnos con actos de baile incluidos.

