Definición de cacos y yales
La Real Academia Española (sí, estamos comenzando esta nota usando el diccionario, así que esto promete) define la palabra “caco” como un ladrón. Sin embargo, en Puerto Rico, país que nos pasamos por el forro el lenguaje de nuestro colonizador, adoptamos esta palabra y poco a poco la actualizamos para llamar a ese tipo de persona que vive un estilo de vida urbano. Sí, el primo tuyo que solo escuchaba a Héctor El Father y se vestía de la cabeza a los pies con el outfit de Jordan.
Por su parte, las yales son esas damiselas que, de manera despectiva, describíamos como esas muchachas que salían a cualquier sitio con el dubi engancha’o. Sin embargo, el término viene de Jamaica, donde se referían a las mujeres como “gial”.
Con el pasar de los años, las yales y los cacos han ido evolucionando; desde su actitud hasta la moda ha cambiado, y a eso es a lo que vinimos hoy en El Calce.
Tatuaje del corazón de Ednita
A principios de los 2000, cuando las tías solteronas lavaban la marquesina al ritmo de “Quiero que me hagas el amor” de Ednita, se llevaron esto al pecho. Tanto así que comenzaron a tatuarse el logo de la cantante, siendo esta la marca de las mujeres que nunca consiguieron marido.
Bumper sticker de Roxy
Las yales un poco más recatadas, que se creían surferitas pero se ponían bollitas para ir a Plaza Acuática, tras obtener su primer carro le espetaban el bumper sticker de la marca Roxy para identificarse en la calle como las guerreras que no ponen señal para cambiar de carril.
Outfit de Jordan
No puede faltar el caco que tiene su combi de Jordan: desde los tenis hasta la gorra tienen que ir combinados, aunque cuando jueguen basket fallen las güiras como Peter John. Este caco parece peligroso, pero en realidad es inofensivo, ya que su único delito fue tener talento. (Don Omar, 2005).
Las trenzas de Iverson y las cejas de Glory
Hubo un tiempo en que los cacos comenzaron a hacerse dos cosas: las trenzas que puso de moda el jugador de la NBA Allen Iverson. Esto tenía que ir combinado con las cejas, algo así como Lizmarie Quintana.
Cacos: Corollas, el CD con la bandera de PR, los pantalones tumba’os
(Ejemplo: Daddy Yankee en los 2000 con la gorra de NY).Los cacos se fueron recatando gracias a Wisin y Yandel, que trajeron la moda surfer y pusieron a los cacos a salir de Foot Locker para combinar las Jordan con camisas de Bor Bora.
Las Britoleras
Para el 2010-2011, la última era donde se podían hacer chistes en las redes, surgieron las Britoleras. Puerto Rico fue el lugar donde el diseño creado por Romero Britto vino a morir. La marca sufrió y decayó en la isla, ya que en otros países del mundo este diseño era de caché, pero en Puerto Rico iba combinado con dubi y chancletas.
Los Cacos Finos
Para el 2010, comenzó una tendencia de ser caco pero a escondidas: un caco que fuera aceptado en los trabajos y en las reuniones familiares. Los cacos evolucionaron a embarrarse el pelo con jelly, bañarse en perfume e ir al gimnasio. Sin embargo, seguían siendo cacos con su rosario en el cuello o cadena de cruz, y sus gustos musicales.
Cacos con perlas
Este fenómeno se dio en la generación Z entre el 2020 y el presente: los cacos con collares de perla. Culpo a Bad Bunny y “Un Verano Sin Ti”, que salió en el 2022, por esta tendencia que hizo que los accesorios para mujeres subieran de precio. (Dato no verificado). Este estilo de caco puso a muchos conservadores a dudar de sus hijos y reconfirmó que Bad Bunny no era bueno.
Maleantes
Hay como un subgénero dentro de los cacos que son los maleantes. Criados por Anuel AA, los maleantes son alérgicos a las correas y tienen una necesidad de taparse la cara con máscaras de esquiar que tienen que apestar abomba’o con el calor intenso que hace en Puerto Rico. Los maleantes se llenan el cuello de cadenas que, de obliga’o, los han dejado con espasmos.
Yales finas
De igual forma que existen los cacos finos, no nos podemos olvidar de las yales finas. Estas mujeres perrean hasta abajo sin perder el caché y con ropa cara. Vienen de colegios y urbanizaciones privadas, y escuchan reggaetón sucio para chavar a sus padres. Sueñan con los maleantes y se viven la película.
En fin, los cacos y yales han pasado por múltiples facetas, pero son y seguirán siendo parte esencial de la cultura puertorriqueña.

