En Momentos Incomodos con Rubén Sánchez (así se debería de llamar su programa), el premiado periodista le hizo hoy, martes, una serie de preguntas serias a la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González que anda de ‘media tour’ intentando de salvar su dignidad luego del bochornoso podcast junto a su esposo, el primero damo, José Yovín Vargas.
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En preguntas de fuego, Rubencito logró sacar una exclusiva de la gobernadora: No le gusta la lengua mechada.
“¿Dónde venden lengua? ¿Dónde venden lengua mechada?”, preguntó sin filtro, pero con temblequeo don Rubén.
Se notó que a la gobe no le gustó la pregunta porque rápido cambió su cara por vergüenza.
“Tienes que ir a las cafeterías, tienes que ir a las plazas públicas donde venden todo tipo de cosa”, respondió González.
Rubén, que solo sale a WKAQ 580 y al casino, seguía con su línea de cuestionamiento porque tal parece que quería probar la lengua. (La única razón viable por su insistencia)
Sin embargo, entre tanto tira y jala, a la gobe se le escapó una verdad que le romperá el corazón de su amado esposo.
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“¿A usted le gusta la lengua?”, preguntó el periodista.
“A mí en lo personal, no me gusta ese plato”, respondió González.
Y en ese instante, no tenemos pruebas, pero tampoco dudas, de que Yovín se encerró en el baño a llorar.
“A mi esposo le encanta, pero a mí no me gusta, pues así es esto”, añadió la mandataria. Que sospechamos que es una frase que usa mucho…
Para cerrar este capítulo de entrevistas raras de Rubén, el locutor dijo en suspiros “me tengo que ir”.
Quisiéramos que esta nota fuera una ficción o cosa exagera’ de El Calce, pero hay evidencia en video de lo sucedido. Recuerden que las redes sociales no perdonan, ni olvidan, algo que Ocean aprendió a la mala.
