Sobrinitos, una vez más está con ustedes el Tío Maceta, el único que se atreve a decir lo que piensa sin miedo porque tiene un corazón más chiquito y negro que el enano que sale en El Remix de WAPA. Esta semana regresó a la televisión local la niña símbolo de la generación de cemento: La Comay. Tengo que decir que eso me da alegría, ya que en fokin 2024 un titiritero como de cien años le sigue metiendo las cabras a los miembros de “la generación de cristal”.
PUBLICIDAD
Cuando era un chamaquito -en aquellos tiempos en que en casa se esperaba el cheque de los cupones con la misma emoción que René Monclova cuando Tony Mojena le regala pizza a los empleados como pago de quincena- veía a la reina del bochinche cuando aparecía en un segmento de “El show de las 12″ junto al animador Eddie Miró. Esa parte era la mejor del programa, pues lo más que nos gusta a los puertorriqueños es enterarnos de chismes sobre personas que no conocemos.
Aún recuerdo aquel episodio donde la ex Miss Puerto Rico, Brenda Robles, anunciaba que estaba embarazada del merenguero Raúl Armando, quien tocaba en el show ese mismo día. La Comay -en su faceta de agitadora profesional- llamó a la mamá de Raúl al aire para ver si aprobaba la relación, y comenzó un careo en que la suegra le gritaba que prefería que el hijo se muriera antes de tener una nuera como ella. Mientras, la modelo sacaba una prueba de embarazo orinada alegando que estaba preñá del cantante. La escena era un poema: la mamá del cantante gritando, Brenda meneando el test casero, las gotas de orina de la prueba le brincaban en las mejillas a Eddie, Raúl llorando frente a la cámara y La Comay riendo sentada en el trono de la maldad. Sí, amigos, así fue que comenzó la historia de Luar La L, pero de eso hablaremos otro día.
El rating es la gasolina de los medios, así que años después le dieron un programa a Kobbo Santarosa junto a Leo Fernández -cuya alma debe estar en el limbo llorando por su destino- y Héctor Travieso. Nunca antes la televisión tuvo a tantas personas malas en un mismo espacio, destacando a Travieso, que siempre ha votado íntegro por el Partido Nuevo Progresista, y quien en los pasillos de Telemundo le decía “Memín” a Aniel Rosario, solo porque disfrutaba ver al niño enojado.
En la década del dos mil, Kobbo sencillamente era la persona más poderosa de la televisión. Si La Comay decía algo de ti, tu reputación se jodía, y aunque sus víctimas se defendían como gato boca arriba, siempre quedaba la duda. A Kobbo lo demandaron varias veces, lo amenazaron, y hasta una vez le secuestraron la muñeca, pero nunca se inmutó… o sea, Kobbo no quería reconocer como hijo a un chamaquito que era caga’o a él, porque para el titiritero la moral tiene solo un lado correcto: el que él cree.
Siempre he dicho que la gente de baja estatura es más perversa porque tienen el corazón más cerca del cul*, pero Kobbo rompe esta idea. Incluso, Kobbo es tan maligno que en el 2004 se atrevió decir en prime time que la canción oficial del Telemaratón de SER era “Se activaron los anormales” de Divino y Yankee, o la ocasión en que se burló de “Un ángel llamado Charlie” -un modelo con Síndrome de Down- que participó en una competencia de fisiculturismo, y la vez que insinuó que “los reptilianos existían, ya que la simetría facial de Julio Rivera Saniel no le parecía humana”. Kobbo nunca ha tenido pelos en la lengua, y tampoco le ha importado mentir con el propósito de entretener. Es por esto que en El Calce hoy hablaremos de los momentos más intensos de La Comay.
Cuando hizo la parodia de “Las Rivera”
Como dije antes, Kobbo es un tipo que tiene una moral extraña. Este mayagüezano con rostro parecido al de un feo mono blanco es de los seres que piensa que “la marihuana es maligna”, pero “la chillería es aceptada siempre y cuando la haga un varón”. Fue así como en el 2019, Kobbo y el productor José de Jesús -que ahora trabaja extrayendo el semen de los toros para inseminar artificialmente a las vacas en Utuado- sacaron de lo más profundo en “El manual del humor más totón” el chiste de decirle a una mujer que “es una fleje”. Maripily, Shalimar, Natalia y otras famositas fueron mencionadas en un video que solo le daría risa a dos personas: Kobbo y José de Jesús.
Este momento parecía un sketch de la noventosa comedia “Bienvenidos”, mientras Rocky The Kid pujaba la risa moviéndose alrededor de la muñeca empotrá en la silla. Luego de dar un masterclass de putifobia misoginia, La Comay botó al creador de la pieza por mensaje de texto y le dijo a Rocky que “lo único que disfrutó del segmento fue verlo haciendo el ridículo”.
El momento en que actuó el asesinato de Carmen Paredes
En el verano del 2012 fue asesinada Carmen Paredes por su esposo Pablo Casellas, quien era el hijo perdedor de un conocido juez en la isla. Para esa fecha, La Comay había cambiado su formato de chismes de caserío a uno más investigativo, al punto que hasta la amargada periodista Sandra Rodríguez Cotto -quien ve más fantasmas frente al espejo que el loquito de Arte Cardé- hizo una columna donde afirmó que “La Comay era prensa”. Kobbo -que creía ser un fiscal nato por su capacidad para fabricar casos- llevaba años dándole duro a la pesquisa del niño Lorenzo, así que después de joder el caso del menor, enfocó sus recursos para resolver el asesinato de Carmen.
En aquel extraño episodio, Kobbo quiso recrear la escena y puso a Héctor a disparar como si la marioneta en la silla fuera la víctima. El resultado fue ver a una muñeca con varios tiros, mientras que Travieso seguía apretando el gatillo como lo haría todo empleado humillado que le está bajando el de’o el jefe. La escena fue tan demente que Héctor Marcano dijo “yo debo hacer eso en mi show”, y ejecutó una escena similar con Alejo Maldonado tiroteando como si fuera Pablo Casellas… y de disparar Alejo sí sabe, pues él fue líder de la ganga policiaca “El escuadrón de la muerte”.
La clavá que le dio al abogado Roberto Sueiro
Para beneficio de los lectores más jóvenes, el licenciado de los artistas Roberto Sueiro fue conocido en los noventa por ser una parodia de cantante llamado Byron. O sea, no estoy jodiendo cuando les digo que uno veía el anuncio payoliao en televisión de Byron, y tu cuerpo reaccionaba en un estallido de pavera por la vergüenza ajena. Sueiro -abogado al fin- nunca la dejó caer, y con toda la terquedad del mundo decidió continuar con su proyecto artístico, y que al sol de hoy aún sostiene cantando en barras de Río Piedras de lunes a miércoles, donde se reúnen los alcohólicos, cuarentonas jamonas y adultos con sueños rotos.
No recuerdo qué hizo Roberto -más allá de hacer el ridículo- que provocó la ira de La Comay, y en un acto de un villano natural, mandó a su lacayo Héctor Travieso a que abriera unas cajas en el programa con los discos que el letrado nunca pudo vender. Corillo, no estoy vacilando cuando les cuento que eran más de cinco cajas, todas rellenas con los CD’s, mientras La Comay tenía la misma risa burlona que hacíamos cuando veíamos la promo de Byron. El abogado podrá tener muchos casos ganos en los tribunales, pero nunca olvidará la vez que una muñeca se le meó en la cabeza.
La ocasión que sacó a la mitad de la farándula del closet
Kobbo siempre ha estado obsesionado con el homosexualismo. Después de Pedro Julio, nadie está tan fascinado con los penes y el ano como el señor Santarrosa, es por eso que en una ocasión comenzó a señalar a figuras públicas que -según a su criterio- eran gays. Entre las personas mencionadas estuvieron Pedro Juan Figueroa, Rubén Sánchez, Rafael José, el exgobernador Aníbal Acevedo Vilá y un joven locutor José Valiente. En aquel capítulo La Comay gritaba iracunda exigiendo que “tenían que salir del closet” en su rol de “la dictadora de la sexualidad”, mientras Héctor decía con repugnancia “Ave María, Comay” como si su bigote no hubiese pasado como felpa por muchas cavidades anales.
Intenté buscar este clip por todo YouTube, y parece que todas la cabr*nerías de La Comay fueron desaparecidas. Yo sé que todos disfrutamos comentar sobre la sexualidad de la gente, pero no está bien exponerlos en una pizarra para llegar a nuestras conclusiones en televisión nacional… cuando lo correcto es aclarar nuestras dudas en la privacidad de los chats de WhatsApp con nuestras amistades.
La Comay aparece en The Daily Show
Por muchas décadas los boricuas tuvieron la creencia de que las cosas de Estados Unidos son mejores que las de Pe Erre -algunos aún lo creen-, así que cuando “la mujer de foam” estuvo en el programa estadounidense, la naciente comunidad boriwoke puso el grito en el cielo, y los acérrimos fanáticos de La Comay celebraron como si fuera una victoria de Tito Trinidad. El episodio del Daily Show fue presentado a finales del 2012, cuando Kobbo estaba en la candela por las cosas que dijo de un publicista que fue asesinado. El segmento era un paso de comedia que resultó para algunos un estallido de rabia porque La Comay siempre se salía con la suya, y para otros un motivo de orgullo porque el programa número uno de Puerto Rico estaba saliendo en un show gringo.
En el 2013 La Comay salió por primera vez de la TV -algo que muchos celebraron como si sus miserables vidas se arreglaran cancelando lo que no les gusta-, y tuvo varios comebacks. El éxito no fue el mismo que en tiempos de antaño, no porque los boricuas hayan dejado la manía de disfrutar el bochinche, sino porque el mercado cambió, las redes se robaron la inmediatez de las noticias y las marcas andan más cagás que nunca.
Nos guste o no, La Comay es un fenómeno que nos representa como país colonia, aunque algunos vivan en una burbuja y no entiendan que esa muñeca es bien parecida a tu mamá, a tu tía y a tu abuela… porque en Pe Erre, a todos nos gusta juzgar bajo la moral que tenemos en nuestra cabeza… y sí, eso te aplica a ti también que estás leyendo esto. Mera, tú también llevas algo de La Comay contigo.
En el próximo artículo, hablaré de las razones por las que Joseph Fonseca es SUPERIOR a Manny Manuel en la reseña más OBJETIVA de todos los tiempos. Sobrinitos, y cuando les pregunten dónde aprendieron tanto sobre la maldad, díganle que “se los dijo Tío”. 🦍✏️