Sin Coachella y pa’ Río Piedras: Carta de solidaridad con el corillo de Gabriela que regresa al jangueo básico

Que malo debe ser acostumbrarse al VIP, al botelleo, a no tener que hacer fila en ningún sitio, tener un lugar cómodo en el jangueo sin tropezarte con la gente sudada que no te deja llegar hasta la barra a comprar tu cerveza barata y que de la noche a la mañana eso se caiga por culpa de la malicia de la señora Kris Jenner, la verdadera villana de esta historia.

Pero vamos poco a poco.

Desde hace varias semanas nos vienen inundando con noticias de que supuestamente Bad Bunny está saliendo con Kendall Jenner, la heredera del trono en la línea de sucesión en la realeza Kardashian.

Sin embargo, nadie sabe que aquí las verdaderas “víctimas de esta confusión” (Omar, Don. “Ella y yo”. 2007) son los amigos de Gabriela, la “ex de Bad Bunny” quienes eran vistos jangueando en cuanto VIP había dentro y fuera de la isla.

Este corillo cachetero tenía los mejores asientos en los juegos de los Cangrejeros y hasta la NBA cuando los invitaban, fines de semana en botes, hoteles, se montaron en toda la gira del conejo el año pasado, incluso fueron parte del equipo de baile en el concierto del Choli.

De la noche a la mañana, al conejo le da con irse a una relación internacional y se acaba todo eso.

La gota que colmó la copa fue este fin de semana, cuando se celebró el festival donde los influencers matan por ir a vestirse como si fuera el “embeleco day” de los 90′s pero para adultos: Coachella.

Fuentes de escaso crédito nos dicen que ese corillo ya tenía sus ‘outfits’ listos para el festival desde principios de enero y se quedaron vestidos y alborotados. Ahora, tendrán que esperar al Festival de la Bahía para por lo menos darle uso o esperar a las próximas fiestas de la Calle San Sebastián.

Lo más triste es que ahora, de janguear en Las Vegas, Nueva York, Los Ángeles, en los hoteles más caros, tienes que regresar a Santurce, meterte en el sitio que siempre está explota’o (ustedes saben cuál es) buscar estacionamiento por tres horas y hacer filas para el baño al lado de gente borracha que te tose en la cara.

Ya no hay champán pa’ brindar y los Tik Toks en El Boricua no quedan tan “veyos” como en LA.

Pero no se preocupen, la meta es hacerse pana de Rosalía e intentar convencer a Rauw de que los acepte en su corillo a ver si vuelven a cachetear a esos niveles.

Si los vemos por ahí, entre nosotros los plebeyos les pagamos un shot en nombre de todos esos jangueos que se cachetearon.

Y recuerden que el sol de PR siempre calienta más que el de Phoenix.