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Entre café y pacas, Santamaría y Ángel Pérez hablaron de las “nalgas” del alcalde de Camuy

¿Quién te va a retar? ¿El de las nalgas?

El caso del exalcalde de Guaynabo City, Ángel Pérez, está mejor que cualquier serie de Netflix, todos los días salen cosas nuevas en el caso y hoy tenemos un nuevo capítulo.

Ya deben conocer a los protagonistas de esta historia, uno de ellos es Oscar Santamaría, alías el terror de los alcaldes y el que cuando lo mencionan en cualquier situación ya sabes que por algún laso hay un embarre.

Hoy el señor Santamaría, que no los libró de ningún mal, se sentó a declarar en la silla de los testigos. De su testimonio, supimos que tanto él como Ángel Pérez se reunían en un cafetín cerca de la alcaldía de Guaynabo, donde entre cafecitos y bizcochitos se pasaban las pacas de chavos como si fuera cualquier cosa.

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Resulta que en esos encuentros también se ponían a chismear de varias cositas, entre estas, las famosas nalgas del alcalde de Camuy, Gabriel Hernández. Todas estas conversaciones se grabaron, ya que Santamaría estaba alambrado por el FBI.

“¿Quién te va a retar? ¿Gaby con las nalgas nuevas?”, se escucha decir a Santamaría en el diálogo con Ángel Pérez.

Oscar Santamaría detalla cómo comenzó a sobornar a alcaldes (historia de Metro Puerto Rico)

En el tercer día del juicio contra Ángel Pérez Otero, la Fiscalía federal sentó como testigo al empresario y abogado colombiano Oscar Santamaría, quien testificó sobre cómo comenzó a sobornar a alcaldes a cambio de contratos y los intercambios que tuvo con el exalcalde de Guaynabo.

Santamaría, quien comenzó a cooperar con las autoridades federales a partir del 3 de mayo de 2021, detalló que comenzó a pagar sobornos cuando los dueños de JR Asphalt, Raymond Rodríguez y Mario Villegas, le presentaron al entonces alcalde de Agua Buenas, Luis Arroyo Chiqués, para entablar un acuerdo y proveerle servicios de recogido de basura a través de su compañía, Waste Collection.

Posteriormente, según Santamaría, Arroyo Chiqués le solicitó que le devolviera una cantidad de dinero por cada casa que hacían el recogido y así se le otorgaría el contrato, lo que Santamaría aceptó.

De ahí, a partir de ese intercambio, pasó a sobornar a los alcaldes de Cataño, Trujillo Alto y Humacao.

Durante su interrogatorio, además, el fiscal federal Nicholas Warren Cannon le increpó sobre su relación con el convicto exalcalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado. De acuerdo a Santamaría, ambos tenían una estrecha amistad desde que los dos trabajaban en el Capitolio a principios de la década de 2000. No obstante, cuando Delgado Montalvo le dijo al testigo su intención de ser alcalde, Santamaría comenzó a enseñarle cómo adentrarse en la política.

“Dijo que quería ser alcalde y esa fue la primera vez que quería estar involucrado en la política. No era maduro. Quería ser esta persona ‘cool’ y guiar Lexus. Le dije que no tenía la edad o la madurez para ser político y que tenía que espera a terminar la universidad”, expresó Santamaría a preguntas del fiscal federal.

Luego, cuando su amigo fue electo como alcalde de Cataño en el 2016, Santamaría contó que notó que estaba siendo ignorado y que Delgado Montalvo no contestaba llamadas.

“Para el 2018, Félix comenzó a ignorarme. Comenzó a ignorarme en reuniones y no contestar el teléfono y me reuní con él. Comenzó a llorar y me dijo que no podía vivir con el dinero que generaba en el municipio y me dijo que necesitaba dinero adicional para pagar el tratamiento de una condición de su esposa y otra de su hijo…. En ese momento le dije que cuánto necesitaba y me contestó que necesitaba $2 mil por semana y para establecer la comunicación, acepté hacer los sobornos”, narró.

Con ese esquema establecido, y luego de que Delgado Montalvo ofreció su información a las autoridades federales, Santamaría fue contactado en el 2021 por la abogada María Domínguez y cuando llegó su oficina, se topó con dos agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) y a partir de ahí comenzó a colaborar.

Ese mismo mes, el 19 de mayo, es cuando acudió alambrado a un encuentro con Pérez Otero en un restaurante, algo que hizo dos veces más en julio y agosto.

En su interrogatorio, Santamaría dijo que en cada encuentro le entregaba un sobre con $5 mil a cambio de contratos y conexiones con el municipio de Guaynabo.

La Fiscalía federal también utilizó como evidencia imágenes que muestran a Santamaría entregar un sobre a Pérez Otero y grabaciones de llamadas que ambos sostuvieron.

No obstante, antes de que acabara la participación de Santamaría como testigo, este pidió almorzar y la juez Aida Delgado Colón estableció un receso de una hora.

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