Cuando Shazam! llegó a los cines en abril del 2019, fue un soplo de aire refrescante para el género de superhéroes que se estaba volviendo demasiado grande para su propio bien (se podría debatir activamente que el 2019 fue uno de los mejores años para las películas de superhéroes con esta, Avengers: Endgame, Spider-Man: Far From Home y Joker). La película se sintió como un throwback a las películas clásicas de Amblin como E.T. y The Goonies, donde los jóvenes protagonistas eran el corazón de la historia. Si bien los elementos fantásticos se sumaron a la emoción, finalmente fue el vínculo entre los jóvenes lo que hizo que la película fuera memorable porque te hizo recordar cómo era ser un niño durante dos horas. También se sintió como si el DCEU estuviera corrigiendo el rumbo en la dirección correcta después de los lanzamientos consecutivos de Wonder Woman, Aquaman y la primera entrega en esta franquicia (a pesar de la versión teatral de Justice League) ya que se sintieron más concentradas en la historia en comparación a otras entradas en este universo, como Batman v Superman, Suicide Squad y Man of Steel. Desafortunadamente, la secuela Shazam: Fury of the Gods invierte la escala de lo que hizo que la película anterior fuera tan especial y se convierte en un seguimiento decepcionante que no logra capturar la magia de la primera película.
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En esta secuela, Billy Batson (Zachary Levi/Asher Angel) y Freddy Freeman (Adam Brody/Jack Dylan Grazer), así como sus hermanos adoptivos, se enfrentan a una nueva amenaza malvada en la forma de las hijas de Atlas (Helen Mirren, Lucy Liu y Rachel Zegler). Estos seres poseen sus propios poderes divinos y planean usarlos para conquistar el mundo. Mientras Billy y Freddy navegan por sus identidades duales y aprenden a trabajar en equipo, también deben encontrar una manera de detener a las hermanas mortales y salvar al mundo de la destrucción
Lo bueno
La dinámica familiar: Al igual que en la primera película, la dinámica entre la familia de superhéroes en esta secuela sigue siendo un aspecto clave de la historia (aunque un poco menos, y hablaremos de eso un poco más adelante en la reseña). La película explora las relaciones entre los hermanos adoptivos, tanto en su forma de niño como de adulto, mientras continúan navegando los desafíos de sus identidades duales y manteniendo la unidad unida a medida que comienzan a envejecer. Ambas versiones de cada personaje aún tienen la oportunidad de brillar y no se puede negar que la química sigue ahí, ya sean niños, adultos o una mezcla de ambos.
Jack Dylan Grazer: Esta vez, el personaje de Freddy adquiere un papel aún más destacado, lo que le da al actor Jack Dylan Grazer la oportunidad de brillar. La actuación de Grazer es a la vez hilarante y conmovedora, capturando la esencia del personaje de Freddy y proporciona un fuerte núcleo emocional a la película. Puede que no sea el personaje principal, pero Grazer tiene la capacidad de llevar la película a la zona de anotación para una experiencia lo suficientemente agradable.
Lo malo
Los villanos: Los antagonistas de esta secuela, Hespera y Kalypso, lamentablemente fracasan y recuerdan a los tipos de villanos de las películas de superhéroes de principios del milenio, como Doctor Doom en ambas Fantastic Four o Kingpin en Daredevil. Estos personajes carecen de una motivación clara para sus malas acciones y se presentan como villanos unidimensionales que son malvadas por ser malvadas. Aunque las talentosas actrices Helen Mirren y Lucy Liu hacen lo mejor que pueden con el material que les dan, el guión nunca llega a su nivel, dejando a los personajes sintiéndose subdesarrollados e insatisfactorios. Y esto es aún más frustrante ya que el villano de la primera película, Dr. Sivana (Mark Strong), era un villano increíblemente complejo. Sí, quería venganza, pero le veías confusión emocional cuando se le negó el poder de los dioses cuando era niño aparte de tener un padre emocionalmente abusivo. Las diosas Hepera y Kalypso ciertamente quieren lo que es suyo y están claramente furiosas de no tenerlo en sus manos (por eso el subtítulo de la película), pero ¿por qué? Los escritores simplemente nunca responden esa pregunta en su totalidad. En general, las villanas de Shazam: Fury of the Gods no logran tener un impacto significativo en la historia, lo que resta valor a lo que podría haber sido una película de superhéroes agradable.
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Lo feo
¿Hay alguna razón para continuar?: La secuela lamentablemente no proporciona razones para que la audiencia se preocupe por los eventos que se desarrollan en la pantalla, a diferencia de la primera película. Se les da a los personajes un tiempo de pantalla insuficiente para establecer su estado de situación mental, e incluso las escenas de lucha con dragones y unicornios parecen genéricas, tipo escenas cortadas de Game of Thrones que el director Sandberg y el estudio dijeron “En esta película hay magia. ¡Pues lo ponemos aquí!”. Esto lo que hace que se sienta más como un espectáculo visual por el bien del espectáculo en lugar de darle un peso dramático como por lo que están pasando los personajes. A pesar de la desconexión de Shazam del DCEU (incluso, ni mencionan a Black Adam quien tiene una conexión directa con el héroe titular), la película hace un intento mediocre de vincular al héroe con otros héroes de DC, lo que puede parecer estremecedor. En lugar de animar o reír, los espectadores pueden encontrarse mirando el celular la mayoría de las veces.
Es decepcionante que el potencial de Shazam! como franquicia aún no se ha realizado por completo. La última entrega ha sido comparada como la versión de DC de Spider-Man, pero no en conjunto con esta entrega no llega a esa marca. La película pierde la oportunidad de desarrollar personajes interesantes, y el humor a menudo fracasa (hay algunos chistes buenos y otros que claramente debieron haber cortado en su totalidad). En última instancia, la película vuelve a la fórmula blanda de las películas anteriores de superhéroes de DC. A pesar de esto, todavía hay potencial para Shazam! franquicia para liberarse del molde y realmente brillar en el futuro de James Gunn y Peter Safran querer continuar con ellos.
Rating: C
