Dentro de nuestra reseña de SCREAM a principios de este año, escribí que “...si esta película es una indicación para lo que sea que nos espere en el cine durante este año, será un año divertido”. Esa era una expectativa. ¿Era una realidad? En muchos sentidos, sí. Si bien hubo algunas que uno podría considerar decepcionantes, fracasos y, a veces incluso malas, el año en el cine puede considerarse atrevido. Muchas de las películas de este año se arriesgaron mucho, ya sea en la forma en que cuentan la historia, superándose a sí mismas de encarnaciones anteriores, o simplemente ofreciendo algo divertido para la audiencia que tal vez nunca antes habían visto. Entonces, sin más preámbulos, aquí están las mejores películas del año.
Aunque todavía nos faltan películas que aún no han estrenado oficialmente en Puerto Rico, tal como Empire of Light, Women Talking, A Man Called Otto, entre otras, entendemos que ya tenemos material suficiente para componer una lista de este calibre. Como toda lista que recopila lo mejor y lo peor del año, esta es mi opinión sincera y no la lista definitiva de todos los tiempos. Se sabe que hay personas que tiene opiniones diferentes y eso está más que bien porque todas las películas son subjetivas.
Comencemos:
Menciones honorables: Puss in Boots: The Last Wish, The Banshees of Inisherin, Tár, The Fallout, y Sr.
10. The Unbearable Weight of Massive Talent
Esta es una película que probablemente no estará entre las 10 mejores del año cuando todo esté dicho y hecho. Sin embargo, Unbearable Weight of Massive Talent es una de las películas más divertidas del año hasta el momento. Es Nicolas Cage interpretando una versión ficticia de Nicolas Cage que va a Italia para encontrarse con un super fan suyo, interpretado por Pedro Pascal. ¿Qué más se puede pedir? Esta comedia es increíblemente autorreferencial; cuanto más sepas/recuerdes de su carrera, más disfrutarás de la película. Sin embargo, Cage (el actor) se lo toma todo con calma mientras interpreta uno de los mejores papeles que ha hecho en el año, ya que el personaje es complejo pero agradable al público, lo cual es una síntesis perfecta y un resumen de su carrera de 40 años en un papel. Es a la vez inverosímil, particularmente cuando la película se convierte en una película de espías a mitad de camino, e íntima al mismo tiempo, pero no obstante una experiencia memorable.
9. Avatar: The Way of Water
El papá de los pollitos está de vuelta después de trece años de ausencia. Avatar: The Way of Water es una película que debe experimentarse en la pantalla más grande que pueda encontrar gracias a los deslumbrantes efectos visuales y la construcción del mundo. Pero incluso mucho más que eso, el director James Cameron entendió que la primera tenía que llevar mucho equipaje ya que necesitaba explicarlo todo. En este, se deja llevar, renunciando a las comparaciones de Pocahontas y Dances with Wolves, y creando una red más compleja de personajes e historias que hacen que la experiencia sea más gratificante. Y con secuencias de acción que a veces rivalizan con algunas de sus filmografías pasadas como Terminator, Aliens y True Lies, James Cameron y sus Na’vi están de regreso y más fuertes que nunca.
8. Glass Onion: A Knives Out Mystery
Sin entrar demasiado en la maleza en cuanto a lo que sucede en esta película, Glass Onion es una novela policíaca aún más retorcida y descomunal que su predecesora. Y si bien admito que la primera mitad no me enganchó tanto como pensé porque hubo cameos en abundancia y eso es todo, fue la segunda mitad la que unió todo y elevó la experiencia en general. Como sugiere el título, Glass Onion se desarrolla como un rompecabezas, manteniendo a la audiencia en la oscuridad hasta que todo encaje en su lugar, capa por capa. El elenco, encabezado por Daniel Craig como el Detective Benoit Blanc, está en su mejor momento de principio a fin, haciendo de esta película una de las mejores del año.
7. The Northman
¿Es The Northman esencialmente otra narración de Hamlet o The Lion King con vikingos y brujas? Sí. ¿Sigue siendo una experiencia emocionante? También sí. The Northman es una experiencia cruda y visualmente hermosa que celebra el coraje masculino en su máxima expresión. Alexander Skarsgard no solo es fantástico como el personaje titular, sino que él, junto con un elenco que incluye a Ethan Hawke, Anya Taylor-Joy, Nicole Kidman y Willem Dafoe, está listo para cualquier cosa, tanto literal como figurativamente. Esta no es una película para todos, ya que no está hecha exactamente a un ritmo rápido y tiene muchas agallas volando por la pantalla. Dicho esto, si está buscando algo diferente este año, The Northman es una película fantástica que vuelve a contar una historia familiar pero con nuevos elementos.
6. Black Panther: Wakanda Forever
Tienes que dárselo a Marvel Studios, Ryan Coogler y la gente detrás de Wakanda Forever: hicieron una película que no solo honra a quien se lo merece, sino que empuja hacia el futuro. No debe haber sido una tarea fácil reescribir la película para reverenciar a Chadwick Boseman después de su muerte prematura, pero también hacerla encajar en el MCU y coronar a un nuevo rey y Black Panther. Esta película es la más madura en las ofertas del estudio al abordar temas más grandes como el dolor y el legado y se aseguró de hacerla con toda la gracia que los temas tienden a merecer. Y aunque no estoy de acuerdo con la decisión de quién se convierte en el nuevo protector de Wakanda, no se puede negar que esta película es casi un milagro que no solo fue buena, sino incluso cohesiva dentro de los límites de este universo.
5. Top Gun: Maverick
Es difícil concebir una película menos esencial que una secuela de Top Gun casi cuatro décadas después de la original. Sin embargo, aquí estamos y Top Gun: Maverick es una de las mejores experiencias cinematográficas del año. A través de un compromiso completo con la forma de grabar películas a la vieja escuela, el director Joseph Kosinski y la estrella/productor Tom Cruise encontraron una manera de hacer que esta película fuera emocionante sin la necesidad de que alguien se pusiera una capa y dispara rayos láser por los ojos. Lo que podría haber sido una triste excusa para revivir los “buenos tiempos” o simplemente un trabajo de pago para Cruise se convirtió no solo en un entretenimiento escapista para muchos, sino en una verdadera exploración de la misión dedicada de un hombre en encontrar una manera de matarse él mismo al hacer sus propios stunts... y fallar una y otra vez.
4. Guillermo del Toro’s Pinocchio
Si bien no me disgustó por completo la nueva versión de Disney que también salió este año, es innegable que la versión de Pinocho de Guillermo del Toro no solo es la mejor versión, sino una magnífica adaptación del juguete de madera que quiere ser un niño de verdad. Claro, no necesariamente abre nuevos caminos para el director en términos de contar un cuento de hadas con la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo (un saludito a Pan’s Labyrinth), pero tanto del Toro como el codirector Mark Gustafson no solo sobresalen en la animación sino en la humanización de la historia y sus personajes en formas que uno necesita ver para creer. Deslumbrante y, a veces, incluso un poco inquietante, esta versión de Pinocho es el tipo de magia cinematográfica y la visión singular que uno siempre está buscando cuando el proyector comienza a rodar.
3. The Fabelmans
Si bien se puede debatir que la mayoría de las películas de Steven Spielberg son un retrato íntimo de su juventud sin los aspectos más imaginativos, The Fabelmans hace un mayor acercamiento a su vida que nunca antes, ya que esta película semiautobiográfica se basa en su infancia real, su descubrimiento del cine y el matrimonio de sus padres disolviéndose justo frente a él. Claro, hay aspectos de la película en los que embellece la verdad o desea que la forma en que se retrata en la película sea como él desea que sucedan las cosas, como tener una buena relación con su padre después del divorcio (no se reconciliaron durante décadas). Pero la película se siente como un mago que muestra sus secretos a la audiencia o cómo el carnicero hace la salchicha: tomas fantásticas actuaciones de Michelle Williams, Paul Dano, Seth Rogen y Judd Hirsch, una gran partitura de John Williams y Tony Kushner co-escribiendo con Spielberg (el primero desde AI: Artificial Intelligence en 2001 y solo la quinta vez en su ilustre carrera), y tienes una clase magistral de narración.
2. Everything Everywhere All at Once
La película que en realidad debería haber recibido el título Multiverse of Madness porque no hay otra manera de describir esta película, Everything Everywhere All at Once es una alegría prismática que no te deja respirar por lo enérgica que es. Esta película es, como promete su título actual: un aluvión de géneros como ciencia ficción, artes marciales, drama, comedia y fantasía arrojados a un crisol que, aunque es un poco largo con 140 minutos de duración, se combina a la perfección para hacer una película satisfactoria y memorable mucho después de que haya terminado de verla. Hacer algo tan grande y audaz, pero divertido y sincero, no es una tarea fácil. Sin embargo, los directores, Daniel Kwan y Daniel Scheinert, realmente hicieron una experiencia única que es increíblemente difícil de explicar a aquellos que no han visto la película, excepto “¡Tienes que verla! Y hablemos de eso cuando lo hagas”. No es un gran sales pitch, pero algo es algo para poder seguir expandiendo el público de esta película.
1. The Batman
Si hace diez años me hubieras dicho que alguien habría hecho una película de Batman más oscura que la que obtuvimos de la trilogía de The Dark Knight de Christopher Nolan, habría dicho que estabas loco. Sin embargo, aquí estamos y The Batman de Matt Reeves fue y sigue siendo la experiencia cinematográfica a vencer este año. Es una película que no dudarías en comparar con Se7en, Zodiac, The Silence of the Lambs o Chinatown, ya que su estado de ánimo es embriagador, su misterio es laberíntico y lo suficientemente noir como para sentirte como si estuvieras en una novela de detectives de la década de 1940. Con todo esto dicho, esta película tiene una edición de primer nivel que no se siente como si estuvieras viendo una película durante tres horas, un guión que te mantiene adivinando qué va a pasar, a quién y por qué, exquisita cinematografía de Greig Fraser y una partitura grandilocuente de Michael Giacchino que te pone en el lugar del criminal cuando ve a Batman cruzarse en su camino. Esta película es el sueño de todo fan de Batman: una versión oscura, eufórica y triunfante que enfatiza aspectos de los personajes que no son necesariamente relevantes en otras versiones. También es la mejor película del año (en mi opinión).