Cine

Director de Doctor Strange canaliza traumas de su infancia en su nueva cinta “The Black Phone”

Escena de The Black Phone (Fred Norris/AP)

El director Scott Derrickson regresa al terror luego de prestarle su estilo siniestro al género de los superhéroes con Doctor Strange hace 5 años.

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El cineasta responsable de tenebrosas propuestas como Sinister y The Exorcism of Emily Rose, participó de una conferencia de prensa virtual a la que Metro fue invitado, para promover su nueva cinta de Blumhouse, The Black Phone, protagonizada por Ethan Hawke en su segundo rol consecutivo como villano, luego de hacerlo en la serie de Marvel Studios, Moonknight.

“Los villanos tienen características realmente únicas, muy impulsadas por los actores”, manifestó el director sobre la participación del actor en el macabro rol. “Como la forma en que habla Anthony Hopkins en The Silence of the Lambs. Ese guion es brillante, pero la forma en que habla, su tono, sus entonaciones. Eso fue algo que el actor puso sobre la mesa y Ethan hizo lo mismo con The Grabber”, agregó Derrickson, director que tiene la habilidad de sumergirnos en lo desconocido a través del inherente mal del ser humano, utilizando efectivamente una atmósfera espeluznante.

The Black Phone, que se encuentra en cartelera, presenta la aterradora historia de un niño que es secuestrado por un asesino (Hawke) y es mantenido cautivo en un oscuro sótano. Un viejo teléfono desconectado comienza a sonar y al otro lado de la línea se escuchan las voces de víctimas anteriores.

En esta cinta, el terror es tangible y recae sobre los hombros de Hawke, quien oculta su rostro detrás de una espantosa mascara, y quien confesó haber aceptado el rol porque encontró algo especial en el mismo, de acuerdo con Derrickson, que basó esta pieza en el cuento corto de Joe Hill (hijo del legendario maestro de terror, Stephen King). “Creo que entendió que el desafío era que el personaje usa máscaras todo el tiempo. Realmente construyó un personaje que no se parecía a nada que haya visto antes. Y eso es lo que hacen los grandes actores”, continuó alabando el compromiso del actor con el personaje.

Este experto en el genero del terror quiso canalizar experiencias de su propia infancia durante finales de la década de los ‘70, momento el que se sitúa la cronología de la cinta. “Antes de decidir hacer The Black Phone, quería hacer una película que estuviera anclada en mis recuerdos de infancia, algo así como una 400 Blows (Truffaut) americana. Pensé en esa época, y especialmente en Denver del 1978. Los asesinatos de Manson habían ocurrido poco antes. Ted Bundy pasó por Colorado, mató a un grupo de mujeres. La película Halloween había estrenado. Y como anécdota personal, mi vecino del lado, cuando yo tenía nueve años, tocó a mi puerta, y me dijo que alguien había secuestrado, violado y asesinado a su mamá. Entonces, la presencia de un asesino en serie fue algo muy real en mi vida. Y luego pensé en fusionarlo con una historia corta, porque era una gran idea para una película de terror…era una historia única,” confesó el realizador quien se estrenó dirigiendo una de las secuelas de Hellraiser: Inferno.

El director, quien tuvo que pasar por procesos terapéuticos para lidiar con diferentes traumas emocionales de su pasado, aceptó que este tiempo fue determinante en su vida para retomar con mas garra. “Trabajar con un terapeuta fue realmente bueno. Volver atrás y considerar muchas de las raíces de por qué soy como soy, fue un proceso muy liberador. Fue una experiencia realmente buena. Mi idea al salir de todo eso fue en tratar de hacer 400 Blows de Truffaut, para los americanos. Es una película muy autobiográfica sobre su infancia. Probablemente la mejor interpretación infantil que haya visto nunca. Esa película fue mágica”, expresó sobre su inspiración.

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Derrickson alabó el trabajo de los niños y manifestó el cuidado con el que seleccionan y se trabaja con niños en este tipo de cinta, con recurrentes secuencias de terror escalofriante, momentos y escenas intensas que pudieran conllevar una carga emocional para los jóvenes actores. “Todo comienza con el proceso de audición. Tienes que encontrar niños capaces de hacer eso. Y para mí, el proceso de investigación para contratar niños actores también es investigar a sus padres y asegurarse de que sean niños con padres estables y vidas familiares estables, y que van a recibir el apoyo adecuado”, exclamó el director sobre sus principales talentos, Mason Thames y Madeleine McGraw.

“Pero cuando se trata del proceso de filmación, lo primero que hago es advertirles sobre las escenas. Y creo que mucho de eso es crear un espacio seguro para ellos, para que puedan sentir que están seguros en ir a esos lugares. También les hablé como adultos en términos de dirección, soy muy específico. Les explico que estos son los tipos de cosas que el personaje está sintiendo y procesando durante la escena. En resumen, en mi experiencia, los niños actores pueden manejar direcciones emocionales sofisticadas”, concluyó.

Un aparte con los niños actores Mason Thames y Madeleine McGraw

Quienes realmente se roban la película son los niños que interpretan a la víctima y su hermana, productos de una crianza atípica, que también tienen que enfrentar el acoso escolar (bullying). Mason, quien debuta en esta cinta que ya está considerada como una de las mejores cintas de terror del año, confesó sentirse cómodo trabajando de la mano de Ethan Hawke. “Recuerdo que las escenas donde tenía que asustarme, yo las encontré muy divertidas. Todas las escenas con Ethan definitivamente fueron súper divertidas. Me la pasaba sonriendo mucho. Scott literalmente tuvo que decirme un par de veces que dejara de sonreír mientras filmábamos…pero sin duda fue muy divertido”, relató riendo el joven al tiempo que manifestó que le gustaría participar de una comedia en el futuro.

“Definitivamente tuve muchas escenas emocionales, pero después de estas escenas simplemente comenzaba a sonreír y a reír después, o sea, luego de hacer una escena donde tengo que estar mal humor o algo así, me pongo de muy buen humor inmediatamente. Todos me veían salir riendo o sonriente del set”, expresó el joven a preguntas de Metro sobre qué hacen para desconectarse emocionalmente luego de filmar por horas escenas intensas. “Pero también es divertido hacer escenas intensas porque justo cuando terminas, miras hacia atrás y dices, Wow, ¿cómo logramos eso?”, añadió Madeleine, quien admitió compartir mucho con Mason fuera del set, para desarrollar la excelente química que se percibe en pantalla.

A preguntas de cómo reaccionaría en situaciones que presenta la cinta, Madeleine reflexionó: “Realmente tenía que pensar en lo que sucedería si estuviera en esa situación. Scott me dejó hacer lo que creo que uno haría en ese momento, lo que realmente ayudó y esta particular escena resultó tan fenomenal por lo que no puedo esperar que todos vean esa escena y toda la película”, concluyó la talentosa joven.

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