Para comenzar esta reseña con completa y absoluta honestidad: no tengo ningún apego real a la película del 1986, Top Gun, considerada como uno de los verdaderos epítomes del cine de los 80. Lo más parecido a un apego que tengo es mi mamá dándole play Take My Breath Away y Highway to the Danger Zone mientras limpiaba la casa temprano los sábados por la mañana y que mi tía y mi tío sabían que estaban embarazados porque mi tía comenzó a llorar histéricamente en un Costco mientras veía la muerte de Goose, a pesar de que la ha visto innumerables veces. Eso es todo. Así que imagina mi “entusiasmo” cuando entré al cine para ver la secuela largamente retrasada, titulada Top Gun: Maverick. Con todo esto dicho, la vacilación que sentí cuando me senté en mi asiento se desvaneció muy rápido, porque esta película es genial.
El Capitán Pete “Maverick” Mitchell (Tom Cruise) ha pasado 36 años en servicio como piloto naval, evitando o rechazando cualquier ascenso o rol de liderazgo que sin duda se ganó a través de toda su carrera. Después de que un vuelo de prueba demuestra que Maverick todavía está a la altura de su distintivo de llamada, el legendario piloto recibe un ultimátum de que debe regresar a Top Gun para entrenar a los mejores para una misión altamente especializada o ser dado de baja del servicio. De mala gana, este acepta, sin saber que entre ellos se encuentra el teniente Bradley “Rooster” Bradshaw (Miles Teller), el hijo del difunto mejor amigo de Maverick, Nick “Goose” Bradshaw.
Lo bueno
Verla en la pantalla grande: Desde que comenzó la pandemia, hay algunas personas que dicen que “la experiencia de ir al cine está muerta. Tengo un cine en casa. El streaming ahora es el camino”. Y eso es todo muy bueno ya que hay cierto mérito en cuanto a esto. Sin embargo, la mayoría de sus televisores no pueden competir con una pantalla ancha promedio de 45-65 con bocinas por todas partes y Top Gun: Maverick muestra por qué. Tom Cruise, quien también fue productor de la película, insistió en que la secuela estrene en los cines en lugar de a través de un canal premium, un servicio de streaming ú on-demand. Este tenía razón, ya que esta película merece ser vista en la pantalla más grande que puedas. No solo es visualmente fantástico gracias al trabajo de Claudio Miranda (TRON: Legacy, Life of Pi) como director de fotografía, sino también el uso del sonido cuando esos aviones se sienten como si estuvieran volando sobre tu cabeza o cuando sientes que tu asiento vibra como si tuvieras el motor debajo de él. Además de eso, tienes al público (o al menos a la audiencia con la que lo vi) animando cada éxito que tienen estos personajes y lamentando cada derrota. Todo esto en su conjunto es increíblemente difícil de tener en un televisor de 65 pulgadas mientras miras la película solo en tu sofá.
Tom Cruise: Un día de estos me hartaré de cantarle las alabanzas a Cruise... pero eso no será hoy. Este tipo merece cada centavo que le dan por el mero hecho de hacer gozar a la audiencia. Solo tenerlo pilotando físicamente esos jets a velocidades increíbles mientras que las fuerzas g se le empieza mostrar en la cara vale el precio de la entrada. De hecho, en una película con muy pocos efectos especiales (la mayoría son en realidad los actores en esos aviones y tomas de esos aviones haciendo dichas acrobacias), Cruise es el efecto especial más valioso de la película, tanto como actor como productor. No solo comprende la psique de Maverick 36 años después de los eventos de la película original, ya que continúa sintiendo pena por la muerte de su mejor amigo y así manteniéndolo como el lobo veterano y solitario que viene a “criar” a la próxima generación, sino que también impulsó esta secuela para seguir adelante con un guión muy bueno de parte de Ehren Kruger (Tranformers 3-5), Eric Warren Singer (American Hustle) y Christopher McQuarrie (The Usual Suspects, Mission: Impossible 5-6) y un director visionario en Joseph Kosinski (Oblivion). Para la última y verdadera estrella de cine que queda, puede sentirse como el final de sus caminos temerarios, pero como dice Maverick al principio de la película: “Tal vez sí, pero no hoy”.
Grandes éxitos con algunos remixes: Maverick no reinventa la rueda, ni la película pretende hacerlo. Sigue una trama muy predecible en general que cualquier cinéfilo puede entender si está buscando activamente las pistas. Pero, honestamente, ¿a quién le importa cuando la película es tan entretenida? Esta secuela logra un equilibrio perfecto entre lo que se consideraría fan service (Tom Cruise montando su motocicleta junto a un jet que sale, tocando la canción Danger Zone de Kenny Loggins, cantando en un bar en grupo, deportes homoeróticos, etc.) al mismo tiempo que presenta nuevas historias con nuevos personajes que tienen una conexión con los personajes originales, como el personaje Rooster de Miles Teller, o simplemente aportan algo de diversión a la dinámica del nuevo grupo, como Hangman interpretado por Glen Powell. Pero lo mejor que hace esta película es fusionar lo que tiene sentido entre estas nuevas dinámicas entre el elenco y todo lo que caracteriza a la película original, pero se siente increíblemente orgánico. Ahora bien, no todo llega al corte final; no esperes que Take My Breath Away suene durante una escena de sexo, alguien que diga que tiene “...the need for speed”, o incluso que Kelly McGinnis haga un cameo. Todo lo que hay en esta película comprende lo que hizo que la primera película fuera tan especial para el público mientras se asegura de traer cosas nuevas a la mesa. Es esencialmente como si estuvieras escuchando el CD de Grandes Éxitos de Chayanne que salió circa 2003; sí, tienes todos los clásicos hasta ese momento, pero también tienes “Torero” y “Y tu te vas”. ¿Y quién va a argumentar que “Torero” no mejora ese disco? El mismo concepto se aplica a Top Gun: Maverick.
Lo malo
La historia romántica: Dicho todo lo anterior, es importante reconocer solo un aspecto de la película que no funciona del todo. Esto es la relación entre Maverick y Penny, interpretada por Jennifer Connelly. Si lo tomas al pie de la letra, se supone que esto, al igual que la relación de Mav con Charlie Blackwood en la primera película, es el ancla emocional de la película. Desafortunadamente, el guión ya había establecido la brecha entre el personaje principal y su relación personal con Rooster a lo largo de los años como ancla emocional, ya que Mav todavía sintiendo pena por todo lo que le sucedió a Goose en la primera película y Rooster se siente traicionado por su figura paterna/nuevo profesor. Mientras continúa esta historia más interesante, tenemos a Cruise y Connelly dando todo lo que tienen para hacer que un romance honestamente unidimensional cobre vida. Y estos lo logran, lo cual es todo un logro dada su química. Pero cuando casi todo lo que sucede en tu película es mucho más interesante, particularmente la dinámica entre Maverick y Rooster, es difícil no ver cómo se podrían haber editado estas escenas sin cambiar gran parte de la historia general.
Si esta película, junto con las películas más recientes de Mission: Imposible, prueban algo, es que Tom Cruise probablemente nos sobrevivirá a todos. Aparte de eso, Top Gun: Maverick es una secuela fantástica que en realidad es superior a su predecesora. Toca todas las notas correctas, al tiempo que ofrece secuencias de acción ingeniosas, tomas fantásticas y emoción que deberían tener al público vitoreando al final, incluso a aquellos como yo, cuyas expectativas eran increíblemente bajas. Así que póngase esas gafas de sol de aviador y diríjase a los cines para ver esta película en la pantalla más grande que pueda. No te arrepentirás.
Rating: A-