Según un estudio realizado por las universidades Florida Gulf Coast y Appalachian State, aquellas personas que hacen menos ejercicio son más inteligentes que las que se la pasan en el gimnasio.
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Y no tiene nada que ver con que si se meten anabólicos o esas cosas, sino debido a que aquellos que no hacen tanto ejercicio tienen más tiempo de pensar y analizar las cosas.
Tener una vida activa es una necesidad, sobre todo para mantenernos saludables físicamente y claro, mentalmente. Sin embargo, existen personas que exageran un poquito a la hora de ejercitarse y otras que definitivamente el ejercicio no se les da.
Los investigadores se reunieron en dos equipos para indagar sobre qué relación tienen el esfuerzo y el tiempo para pensar de un ser humano, con su actividad física. Para ello, analizaron la conducta de ambos equipos.
El primero contaba con pensadores habituales y el otro dedicaba muy poco tiempo a pensar y mucho a ejercitarse. Los científicos evaluaron ambos grupos durante una semana cada 30 segundos, midiendo qué tan activos eran físicamente.
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El resultado final fue el siguiente: aquellos que son más activos, piensan menos; quienes piensan más son los que hacen menos deporte. La diferencia fue más notable los días de trabajo,en comparación con los fines de semana.
Por lo tanto, según el estudio las personas muy inteligentes planean, reflexionan, contemplan y se aburren poco, porque la mayor parte del día están inmersos en sus pensamientos. Por otra parte, si una persona se aburre muy fácilmente, necesita estar constantemente en movimiento y, por ende, mantienen su mente ocupada en alguna actividad física.
En fin… No es recomendable estar de vagoneta y tampoco matarse ejercitándose, así que lo más recomendable es activarse al menos 30 minutos al día con una caminata.