El espíritu de Rubinstein poseyó a Bad Bunny y el conejo se guilló
PorElizabeth Legarreta
El espíritu de Arthur Rubinstein se estremeció cuando don Benito Antonio Martínez Ocasio, alias Bad Bunny, se atrevió a poner sus virginales dedos urbanos sobre las blancas y las negras de un Piano Baldwin rosado. De seguro Johann Sebastian Bach, Chopin y Beethoven se unieron en comunión para asistir al conejito prodigio del barrio Almirante de Vega Baja y que dice ser malo, muy, pero MUY malo.
A continuación, presentamos esta obra maestra (que no deja de sonar en la radio en su versión original):
Esto es para que usted vea que el señor Bunny no deja de impresionarnos. Esperamos con ansias una versión más prolongada de sus sesiones en el piano.
¡Que siga conquistando el mundo con su arte, VIRTUOSO!