DETROIT (AP) — Los Tigres de Detroit aseguraron el viernes un pasaje de comodín a los playoffs en la Liga Americana, poniendo fin a una larga sequía de postemporada. Los Medias Blancas de Chicago sufrieron su derrota número 121, un récord de las Grandes Ligas desde 1900.
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Riley Greene pegó un doble productor y los Tigres anotaron dos carreras en lanzamientos descontrolados para vencer 4-1 a los Medias Blancas, con lo que avanzaron a los playoffs por primera vez en una década.
“Este equipo es bastante peligroso”, advirtió Scott Harris, presidente de operaciones deportivas de los Tigres. “Tenemos la oportunidad de hacer algo de ruido en octubre, y vamos a seguir peleando por la oportunidad”.
Detroit completó un resurgir en las postrimerías de la temporada para hacerse con un boleto de comodín en la Liga Americana, y los Medias Blancas obtuvieron un puesto indeseado en la historia del béisbol al imponer una marca en la era moderna de las Grandes Ligas.
Los Tigres se enfrentarán al campeón de la División Oeste de la Americana, Houston o Baltimore la próxima semana en una serie de comodín pactada al mejor de tres juegos, seguramente fuera de casa.
Brenan Hanifee mantuvo en blanco a los Medias Blancas durante las primera dos entradas, y Brant Hurter (6-1) permitió una anotación en cuatro entradas. Jared Shuster (2-5) cargó con la derrota.
Los Tigres han estado candentes, con seis triunfos seguidos y 10 en sus últimos 11 compromisos, para colocarse en los playoffs.
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Desde el 11 de agosto, cuando Detroit estaba ocho juegos debajo de .500 y parecía fuera de la contienda, ha sido el conjunto más enrachado en las mayors, con 31 victorias en 42 compromisos.
Asimismo, ha tenido la mejor efectividad en las mayores y la mayor diferencia de carreras a favor.
“Ha sido un sueño convertido en realidad”, comentó el primera base Spencer Torkelson.
Tarik Skubal, favorito para apoderarse del trofeo Cy Young en la Americana, encabeza la rotación de Detroit, y Jason Foley se ha convertido en un taponero fiable dentro de un bullpen robusto.
Riley Greene, jardinero elegido al Juego de Estrellas, es el integrante principal de una alineación que suele aportar bateo oportuno, del primero al último turno.
Ante un rival históricamente malo, los Tigres rompieron el empate en el quinto inning. Jake Rogers anotó cuando Jared Shuster realizó un lanzamiento descontrolado.
hicago rompió el récord indeseable de 120 tropiezos, establecido por los Mets de Nueva York en 1962, su primera campaña en las mayores. La marca general se impuso en 1899, cuando los Spiders de Cleveland tuvieron un registro de 120-134.
Lo más cerca que un equipo se había quedado de la marca de Nueva York eran las 119 derrotas de los Tigres en 2003, cuando ganaron milagrosamente sus últimos dos duelos.
Esa era la marca de la Liga Americana hasta el domingo, cuando los Medias Blancas llgaron a 120 en San Diego.
“Sinceramente, esto no significa nada para mí ahora”, aseguró el manager Grady Sizemore. “Pienso que la frustración vino mucho tiempo antes de que llegáramos a este número. No puedes estar contento por una cosa así, pero tampoco sé si me sentiría diferente si estuviéramos en 115 derrotas o en 110”.
Luego de evitar el récord con una barrida en casa ante los Angelinos de Los Ángeles, los Medias Blancas cayeron ante unos Tigres que se hicieron de su pasaje de playoffs frente a 44.435 seguidores.
“Es duro verlos celebrar, porque nosotros estábamos haciendo eso hace apenas un par de años”, dijo el abridor Garrett Crochet, quien dio a Chicago una oportunidad, al finalizar su temporada con cuatro innings en blanco.
Sin embargo, los Medias Blancas no pudieron anotar temprano, y Jared Shuster aceptó dos anotaciones en el quinto inning.
Por los Tigres, el cubano Andy Ibáñez bateó de 3-1 con una anotada. El dominicano Wenceel Pérez de 4-1.