La FIFA ha comunicado que el reglamento no puede dar la espalda al movimiento “One love” y amenaza con posibles sanciones. Fue algo que ocurrió recientemente en España, cuando Alex Baena, jugador del Villarreal CF, recibió la segunda amarilla por mostrar un mensaje de recuerdo al recientemente fallecido José Manuel Llaneza.
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Un mes después, la historia se repite en el Mundial de Qatar con la irremediable sanción para las selecciones que luzcan el brazalete denominado ‘One Love’. No hay otra opción posible, tal y como ha dejado patente la FIFA.
El acuerdo
El comunicado de las selecciones europeas ha sido bastante claro. “La FIFA ha sido bastante clara y pondrían sanciones deportivas si los capitanes llevaban brazaletes en el campo de juego. Como federaciones nacionales, no podemos poner a nuestros jugadores en posiciones en las que se podrían enfrentar a sanciones deportivas”. Además, el comunicado continúa diciendo que estaban preparados para pagar multas, pero que no pueden asumir el riesgo de que sus jugadores se queden sin jugar los encuentros.
“Estamos bastante frustrados con la decisión de la FIFA, que creemos que no tiene precedentes”. Más allá del reivindicativo asunto del que se trata, no hay opción de dar la espalda al castigo, tal y como han recordado en todas las reuniones que han existido, lo que ha provocado el cambio de actitud de las selecciones. “El reglamento es igual para todos”, señalan desde FIFA.
El portador del brazalete de capitán en cuestión sería amonestado al inicio del partido, además de una sanción económica tanto al jugador como a la Federación en cuestión. Ante tal situación, las selecciones han renunciado a su intención inicial. Una segunda tarjeta amarilla durante la competición, implicaría la sanción de un partido.
Por otro lado, lo que sí intentan dejar claro desde FIFA, es que el asunto nada tiene que ver con el mensaje de la reivindicación, y si con la prohibición de realizar gesto político alguno dentro del marco de la competición. Ahora, alguna de las selecciones medita que sus jugadores se arrodillen al inicio del partido, gesto asumido ya por el mundo del deporte.