Sucedió en las costas del río Lakar, en la aldea de Teluk Lanus, en Indonesia. Los parroquianos de esta localidad unieron fuerzas para rescatar el cuerpo de uno de sus hermanos caídos. Y es que a Syafri, de 55 años de edad, se lo comió un cocodrilo.
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El colmilludo reptil de 13 pies de largo le pegó un mordisco al pobre Syafri y lo haló hacia el agua, dónde se lo apuntó de cena. A la mañana siguiente, equipos de rescate descubrieron la pierna de Syafri flotando en el delta del río antes de atrapar al cocodrilo con redes. Le pegaron par de tiros pa’ matarlo, y luego le abrieron el vientre para, entre tripas, vili y demás porquería reptiliana, extraer el cadaver de Syafri.
Toha, el pana de Syafri que atestiguó el ataque, logró escapar de las filosas fauces del cocodrilo luego de que se llevase a Syafri.
