Contexto

Soñar es lo de menos, ya casi son Grandes Ligas

Si bien la clase del 2018 del Sorteo de Novatos de las Grandes Ligas no cuenta con figuras impactantes en el marco de las promesas del béisbol que han sido reclutadas en las pasadas ediciones del evento, es importante destacar que como quiera hay buen talento boricua.

Y claro, entre ese talento hay historias interesantes que, igualmente, merecen ser resaltadas.

Por ejemplo, el caso del lanzador derecho Eduardo Jimenez, seleccionado en la ronda 18 (#550) por los Medias Rojas de Boston y quien a sus 22 años agotaba su última aspiración deportiva de esta naturaleza en el mundo del béisbol rentado. Jimenez, egresado de la Puerto Rico Baseball Academy & High School de Gurabo (2013), estaba a punto de rendirse en su misión de lograr firmar en Las Mayores, pues en cinco años fueron muchos los sueños que le vendieron.

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Eddie Jiménez (suministrada)

“Fueron muchas las injusticias conmigo. Tuve que esperar varios años y no quitarme. Emocionalmente fue bien duro, porque uno sabe que tiene las herramientas para estar al nivel donde estoy ahora, pero por cosas de la vida no pasaba. Ahora se me dio y estoy super emocionado y con muchas ganas de seguir adelante. Si no se me daba, me quitaba, porque este era mi año Senior y no creo que hubiera soportado otra desilusión en el deporte que amo”, le dijo a El Calce el pelotero, quien en las categorías juveniles del patio repartió pasta y queso con una poderosa recta que coquetea con las 95 millas por hora.

Jimenez firmó luego de otro año grande a nivel colegial. El boricua cerró su más reciente campaña con registro de 3-0, efectividad de 1.35 y 38 ponches en 26.2 entradas lanzadas en uniforme de la Universidad de Southeastern. De hecho, el puertorriqueño fue el lanzador ganador en el juego de campeonato de la Serie Mundial NAIA para la institución, tras lanzar 5.1 entradas y abanicar a siete bateadores.

“Todo lo que yo me he sacrificado, corriendo bajo la lluvia, entrenando solo cuando estoy en Puerto Rico y no encuentro a nadie para entrenar, todo eso, ahora es que hace sentido. Pero estoy claro que esto es un paso solamente. Ahora es que me toca ganarme lo mío con sudor. Me tocó una ronda que no esperaba, pero eso es lo de menos. Después de todo logré lo que siempre he querido y ahora solo espero poder demostrar que para esto estoy listo”, señaló.

Adrián Ramos. (Suministrada)

Otro pelotero puertorriqueño que, quizás, pasa desapercibido, pero que cuenta con un arsenal muy prometedor, es Adrián Ramos, selección #566 en la ronda 19 con los Azulejos de Toronto. Ramos defiende los jardines, tiene 19 años y es un jibarito de Cidra que apenas completó un año en el programa de Miami Dade y ya dio un salto grande.

“Estoy muy contento y agradecido con papá Dios. Ya mañana me reporto con el equipo. Fui desarrollado en las pequeñas ligas del barrio Bayamón de Cidra, de donde soy natural. Solo puedo darle gracias a toda la gente que siempre estuvo ahí. A mis coaches, Julio Torres, Luis “Bomby” Rodríguez, Antonio “Towy” Torres, Roberto “Concord” Santana y Pedro “Pelli” Agosto. También a mis padres, Jorge Ramos y Xiomara Hernéandez. Ellos, que estuvieron conmigo desde pequeño, son los que también forman parte de esto”, puntualizó.

En total, alrededor de 30 boricuas fueron reclutados esta semana. En síntesis, sigue habiendo futuro en el béisbol.

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