Contexto

Ratones, filtraciones y abandono en "Escuela Siglo 21" de Luquillo

Lo que en su momento fue una escuela modelo, hoy es un nido de ratas.

La escuela superior Isidro A. Sánchez de Luquillo no abrió sus portones en la mañana de hoy, pues la comunidad paralizó las labores ante la invasión de roedores. A raíz de la falta de mantenimiento de las áreas verdes, las ratas se han apoderado de los conductos de aires y gabinetes de los salones, principalmente, en el ala izquierda del plantel, clausurada ante la preocupación de posibles infecciones con leptospirosis.

La escuela Isidro A. Sánchez fue remodelada en el 2010, a través del programa Escuelas para el Siglo 21 de la Autoridad para las Alianzas Público Privadas (AAPP), medida impulsada por la administración de Luis Fortuño. La remodelación de la escuela resultó ser más cara que su construcción. Al presente, sin embargo, los aires acondicionados no funcionan, las filtraciones inundan salones, la biblioteca sufre pérdidas importantes con la humedad y el comején, y la cancha aún tiene toldos azules a dos años del huracán María, siendo la escuela el principal refugio del municipio de Luquillo en casos de emergencia.

“Tuvimos una visita de Salud Ambiental, debido a una querella por ratones en la escuela. Teníamos un problemas con las áreas verdes de años. El municipio es el único que me ha apoyado, aunque llevaba un tiempo sin recibir apoyo. Esas áreas verdes se fueron al extremo, perdidas. Por más que se trabajara con veneno y trampas, pues no habían resultados. Salud Ambiental certificó que el área afectada es el ala izquierda de la escuela. Yo entiendo la razón de ser, porque esa es el área que queda dentro de las áreas verdes perdidas. Pero no se puede decir que en el resto de la escuela no han habido problemas con las ratas en algún momento”, afirmó la directora, Maritza Ortiz Hernández.

La directora sostuvo, además, que el plan inicial era reubicar la matrícula, de poco más de alrededor de 700 estudiantes, en la escuela intermedia Rafael N. Coca, mediante interlocking. Sin embargo, la matrícula de la Isidro A. Sánchez, única escuela superior del municipio, duplica la de la escuela intermedia.

“Es imposible que nos ubiquen allí. El resultado fue realizar un interlocking entre nosotros mismos, con 20 salones identificados, incluyendo la biblioteca, para atender a toda la matrícula en organización alterna entre la mañana y la tarde. Se realizó la organización, pero los padres se oponen y yo los comprendo. Me siento impotente, porque las agencias no me responden”, aseguró.

Ortiz Hernández le manifestó a este medio que el Departamento de Educación no le ha fallado en el proceso. En cambio, señaló a la Autoridad de Edificios Públicos como los responsables del desastre.

“El señor Ángel Rodríguez, encargado de los procesos de fumigación, me ha respondido de forma inmediata. Tengo que reconocerlo. En esto el departamento no me ha fallado. Los que sí me han fallado es la Autoridad de Edificios Públicos. Ellos nunca tienen dinero, nunca tienen empleados, nunca pueden realizar las tareas. Aquí solo hay una persona a tiempo completo trabajando las áreas verdes, pero la escuela es un mundo. El culpable de que esto esté pasando es Edificios Públicos. Hay muchos problemas en infraestructura, filtraciones y más. Lo que se ha hecho aquí, lo poco que se ha resuelto, se ha hecho con dinero de la escuela”, dijo.

No obstante, vale la pena destacar que, a pesar de que la directora sostiene que el departamento no ha fallado en los procesos de fumigación, los maestros que faltaban por ser nombrados en la escuela, llegaron este lunes, en plena segunda semana de octubre, justo a mitad de semestre y unos días después de que saliera a la luz el problema con los roedores en el plantel. Se trata de un maestro de ciencias y uno de español, que impactan los cuatro grados (9no a 12mo) y un total de diez grupos.

Padres siguen preocupados 

Por su parte, el portavoz de los padres, José Edgardo Alvira, indicó que personal de Edificios Públicos llegó a la escuela el lunes, pero “llegaron a minimizar la situación”.

“Se les dijo que personal de la escuela estaba moviendo libros del área afectada al área que supuestamente no estaba afectada. Dijeron que había que verificar si la caca en los libros y materiales era de rata o lagartijos. Absurdo”.

El llamado de los padres es a que se presente una solución viable y segura, tanto para los estudiantes como para el personal docente.

“No es viable que nos dejen los nenes en la escuela así. El comunicado es que no vamos a enviar a los niños hasta que no veamos un plan seguro. Hay que sentarse a discutir el panorama, porque cerrar una parte de la escuela no es opción y en la Rafael N. Coca parece no haber espacio”, sostuvo.

Al momento, el alcalde, Jesús “Jerry” Márquez, no había respondido al llamado de este medio. Empero, ante la insuficiencia de la Autoridad de Edificios Públicos, se dio a conocer que el lunes el alcalde hizo las gestiones para limpiar las áreas verdes de la escuela con personal de obras públicas.

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