A cuatro años del paso del huracán María por Puerto Rico, al representante José “Cheíto” Rivera Madera se le ocurrió la idea de presentar un proyecto que propone la creación de la “Ley de Fe en Emergencia” para que las iglesias tengan acceso a la compra de suministros y se integren a miembros de las iglesias en los Centros de Operaciones de Emergencia.
El Proyecto de la Cámara 984 pretende que el sector religiosos contribuyan a la asistencia en situaciones de emergencia o desastre natural desde diversos frentes, tanto emocional y espiritual como humanitaria, permitiendo particularmente la participación y permanencia en los Centro de Operaciones de Emergencia a miembros asignados por las iglesias.
También, permite que las iglesias puedan tener acceso para la adquisición y distribución de bienes y servicios como combustible, equipos y suministros, incluyendo entre sus formas de pago aceptadas por los proveedores la alternativa de cheques.
El proyecto también busca que en los Centros de Operaciones de Emergencia (COE) municipales y estatales se tenga un miembro de alguna entidad con base de fe para rezar en los tiempos difíciles como huracanes y temblores.
“Todos los que fuimos testigos del desasosiego en nuestra gente tras eventos como María (huracán) y los terremotos del sur, podemos testimoniar sobre la innata disposición de las iglesias por acercarse a las comunidades y brindar apoyo. Vemos, además, como este patrón se ha extendido con la pandemia (del COVID-19) donde las instalaciones de muchas iglesias se han convertido en centros de cernimiento, orientación y vacunación. En esos sucesos se ha podido constatar la capacidad de las iglesias para organizar actividades de ayuda, que no se limitan a lo espiritual”, expresó Rivera Madera.
El Representante por el distrito 23 que comprende los municipios de Yauco, Guayanilla, Peñuelas y Ponce, pueblos que fueron significativamente estremecidos por los pasados temblores, opinó que las iglesias son el recurso adecuado para ayudar a mantener la calma y llevar mensajes de aliento y orden en momentos de crisis por lo que, “a cuatro años del paso del María tenemos que reconocer la importancia de incorporar este sector en los planes gubernamentales de acción ante emergencias.”
“Por eso, es necesario que estas organizaciones de base de fe sean reconocidas con un rango de ley que les brinde, para beneficio de las comunidades a las que sirven, oportunidades para acceder a fondos de emergencia, presencia en los centros de mando, enlace continuo con entidades gubernamentales locales y federales, participación en los planes de emergencia y acceso a cualquier otro renglón que les permita agilizar y asegurar su valiosa asistencia”, señaló Rivera Madera.