Mark Cropp, de Auckland, Nueva Zelanda, apenas tenía 15 años de edad cuando cometió el crimen que lo envió a prisión por dos años, lejos de su esposa y su hija por nacer.
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“A mi esposa Taneia le faltaba solo un mes para parir, y no teníamos ningún sitio a dónde mudarnos, así que cometí un crimen – y nunca volví a ver mi bebé de nuevo”, dijo Cropp en una entrevista reciente con el New Zealand Herald.
Su crimen fue sacarle un cuchillo a un turista que no quiso completar una transacción de marihuana. Fue procesado por la ciudad de Auckland, sentenciado a dos años. Entró a prisión a los 17 años de edad, con una nena de casi dos años.
Un día, ante tanto badtrip y borracho con 'pitorro' carcelario, Cropp se tatuó DEVAST8 (“Devastar”) en la cara. Cumplió su condena, salió de preso. Y ahora no consigue trabajo.
[metroimage ids="43-31242" ] (Facebook)
Fue entrevistado por el New Zealand Herald. ¿Conseguirá trabajo?
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El padre de familia de Auckland, Australia ha acudido a las redes sociales en auxilio pues no consigue trabajo debido a un tatuaje que se hizo en la cara a los 17 años de edad, en la cárcel y borracho con pitorro carcelario.
“Quiero trabajar pero hay una cosa que me detiene, y ese es el tatuaje en mi cara”, escribió Cropp en la página de Facebook de la ciudad de Auckland.

¿Conseguirá trabajo? Seguiremos informando.