¡Boom! ¡Pow! ¡El tiburón blanco anda disparando a to' lo que da! Pero Jay dice que no se deja…
(Crédito: Hanna-Barbera, Rand McNally)
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El presidente del Senado Thomas Rivera Schatz se tomó un break de asustar niños y matar abejas y sacó la artillería pesada para arremeter contra el periodista, abogado, analista político, catador de empanadillas, echador de gasolina, experto en bizcochos tres leches, exjugador de Playstation, teólogo amateur y campeón del Home Run Derby de “artistas” del Yadier Molina Celebrity Game, Josué “Jay, el Marrón del Barrio Jagual” Fonseca.
Riverita, como le conocen en el circuito de negocios de pollo al carbón de Trujillo Alto, desenfundó sin miseria contra el robusto Jay, quien este año se ha enfrascado en numerosos combates cibernéticos, siendo los más memorables ante el arrancador de suspiros de pubertas y Anakin Skywalker residente del PPD, Manny “Fresh” Natal.
Tommy zumbó con to', y mira que se supone que tuviese cosas que hacer porque a esas horas estaba la Cámara federal pasando la reforma contributiva y clavándose a Borinquen.
¡Y todo porque el pequeño Jay dijo que Tommy dizzzzzzque estaba con politiquerías por respaldar una medida a favor de los municipios! ¡¡Como si los políticos de Puerto Rico politiquearan!!
Ese Rivera Schatz es la changa. Le dijo “pila”. ¿Qué quiere decir eso? Bueno, eche su mente a correr y decida usted, persona que nos lee.
Pero si Tommy se creía que se la iba a apuntar con el Butterbean de San Lorenzo, está en lo incorrecto.
Jay puso en la mesa el sandwich del Churry que se estaba comiendo, agarró su tablet y tiroteó lo siguiente:
Tremendo contraataque de Jay. Nos recordó cuando Hulk Hogan coge una prendía de los rudos y de repente se recupera para tomar control del asunto.
La bola está ahora en la cancha de Thomas 'The Iron Sheik' Rivera Schatz… O 'Thommy', como le dice Josué.
¡Pero, vamos! Chicos, con calma, que es Navidad. Esperamos que en algún momento ambos puedan brindar con coquito – virgen para Jay, que dice que no bebe – y limar todo tipo de asperezas. ¡La Navidad es amor, corillo!
