Contexto

Lo mejor está por venir para Jesús Rojas

Por Jorge L. Pérez


Aunque su inactividad se sigue alargando después de que conquistara en septiembre el título interino de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) para las 126 libras, el cagüeño Jesús Rojas se encamina a transitar por el período más importante de su carrera en los próximos meses.

En primer lugar, el peleador que entrena en el gimnasio Cheo Aponte bajo las órdenes de su entrenador, Alex Caraballo,  y su manejador y administrador del gimnasio, Orlando Piñero, se enteró hace poco de que su compañía promotora, la Golden Boy Promotions de Oscar de la Hoya, no ha logrado conseguirle una fecha de televisión a su primera defensa, por lo que se tomó la decisión, con tal de que no estê inactivo mucho más, de ponerle en una pelea preparatoria a 10 asaltos en julio.

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“Lo que les falta decirnos es la fecha y el oponente”, dijo Piñero, “pero será una pelea por ESPN”.

El campeón cagüeño finalmente se apresta a recoger los frutos de una carrera llena de sacrificios. (suministrada)

Ya para entonces, sin embargo, el panorama debe estar más claro: Rojas (26-1-2 y 19 nocauts), quien el 15 de septiembre conquistó el título interino al noquear espectacularmente en siete asaltos al dominicano Claudio Marrero, conquistó también entonces el derecho a retar por el título en propiedad a quien resulte vencedor del combate del 9 de junio entre Leo Santa Cruz, súper campeón de la AMB, y el campeón &#39regular’ Abner Mares, también mexicano.

Se trata de dos campeones de gran renombre que ya se enfrentaron en 2015, obteniendo Santa Cruz un a cerradísima victoria.

“Yo pienso que existe la posibilidad de que Mares pelee con Jesús si gana la pelea de junio, pero Santa Cruz ha dicho que subiría a las 130 libras”, dijo Piñero. “Pero no me extrañaría que ninguno quiera pelear con él”.

En ese caso, Jesús quedaría reconocido automáticamente como campeón en propiedad, &#39full power’, y podría elegir con quién pelear, obteniendo así, a la edad de 31 años, la remuneración económica y el reconocimiento que muchos creen que debió recibir hace bastante tiempo.

Lo que le impidieron lograrlo antes de llegar a los 30 años fueron los enemigos habituales de algunos boxeadores: era demasiado bueno, pero también muy poco conocido. Y, a la misma vez, tuvo mucha mala suerte.

Al mismo tiempo, también tuvo la mala pata de que, en un momento crucial de su carrera, y en la cartelera más grande de su vida, sufrió su primera derrota. Y nada menos que antes de un perdedor consuetudinario, el mexicano José Angel Beranza, quien tenía marca de 30-14-2 y venía de perder en sus últimas cinco salidas.

Rojas ha dicho en varias ocasiones que estaba enfermo para esa pelea y que la presión de no quedar fuera del súper programa de &#39pay-per-view’ celebrado el 6 de diciembre de 2008 en el MGM Gran de Las Vegas estelarizado por la pelea entre Oscar de la Hoya y Manny Pacquiao, le impulsó a subirse al ring yendo en contra de sus mejores intereses.

No ha vuelto a perder desde entonces, pero de primera instancia la suerte no mejoró mucho.

El 9 de junio del 2012, regresó al MGM Grand para actuar en otra súper cartelera de la empresa Top Rank -esta vez estelarizada por la polémica victoria de Timothy Bradley ante Pacquiao-, para enfrentarse al popular excampeón mundial mexicano, Jorge &#39Travieso’ Arce.

Para todos los efectos Jesús lo acribilló en el segundo asalto, pero luego de caer a la lona y levantarse dando tumbos, Arce logró convencer al árbitro de que había recibido un golpe ilegal en  la oreja que le hacía perder el balance y la pelea fue declarada nula.

Sin embargo, la suerte de Rojas comenzó a cambiar cuando se ligó al veterano manejador cagüeño Piñero y Caraballo, las dos figuras que condujeron a Juanma López a dos campeonatos mundiales.

Piñero también  logró completar las gestiones para que rojas firmara con la Golden Boy Promotions, de Oscar de la Hoya, la cual, al parecer consciente de que tenía en sus manos a un peleador ya veterano y de alto calibre con el cual no había que perder tiempo, le consiguió en su segunda pelea una eliminatoria con uno de los prospectos de la compañía, el peso pluma californiano Abraham López (22-0-1 y 16).

No era una pelea cómoda sino una pelea para que Rojas probara de inmediato su valía, y lo hizo con creces al propinarle tres caídas a López antes de noquearlo en el octavo episodio.

El premio fue su pelea titular celebrada en el MGM Gran en la víspera de la gran pelea de Canelo Alvarez contra Gennady Golovkin, contra el talentoso Marrero (22-1 y 16 nocauts), quien venía de noquear en el primer asalto al invicto campeón peruano Carlos Zambrano para ganar el cetro interino.

Ahora, según parece, lo mejor está por venir.

 

 

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