Las mascarillas quirúrgicas desechables son las que ofrecen el mejor rendimiento acústico, es decir, son las mejores para ser escuchado al hablar, según un estudio impulsado por la Universidad de Illinois Urbana-Champaign (Estados Unidos), que ha comparado todas las disponibles en el mercado con el objetivo evaluar sus efectos acústicos.
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Las investigaciones anteriores realizadas sobre este tema se habían centrado en las mascarillas usadas en entornos médicos, pero no se había observado los efectos acústicos causados por estas hasta ahora. Así, los autores del estudio, publicado en ’The Journal of the Acoustical Society of America’, probaron mascarillas higiénicas, quirúrgicas desechables, mascarillas con ventanas de plástico transparente alrededor de la boca, y mascarillas de tela caseras y compradas en tiendas, hechas de diferentes tipos de tela y números de capas.
Así las cosas, los investigadores utilizaron un altavoz especial, construido a medida y con la forma de una cabeza humana, de modo que el sonido se irradiaba como si proviniera de una boca humana. “Pusimos las diferentes mascarillas en el altavoz con forma de cabeza y reprodujimos el mismo sonido en cada prueba”, ha expresado uno de los impulsores del estudio, Ryan Corey. “También colocamos el altavoz en un tocadiscos para añadir un componente direccional a nuestros datos”, ha añadido.
“Usar una persona real hace que los sonidos sean menos repetibles porque no podemos decir lo mismo de la misma manera cada vez. Sin embargo, este artilugio nos permite tener en cuenta la forma real de la cabeza y los movimientos reales de los labios”, ha explicado Corey, añadiendo que, aunque estos dos conjuntos de datos sean diferentes, ambos muestran qué frecuencias sonoras se ven más afectadas por el uso de mascarillas, así como qué tipo de mascarillas tienen los efectos más fuertes”.
En este sentido, el estudio muestra que todas las mascarillas amortiguan el sonido “silencioso” de alta frecuencia que se genera cuando una persona pronuncia consonantes. “Esos sonidos ya son un desafío para los que tienen pérdida de audición, con o sin mascarilla”, ha afirmado Corey.
En cuanto a las mascarillas que incorporan ventanas transparentes, que permiten que se puedan leer los labios, los investigadores han señalado que, pese a las ventajas que pueden tener para personas con problemas de audición, bloquean la mayor parte del sonido.
Por otro lado, el estudio apunta a que, pese a que el algodón de las mascarillas de tela puede bloquear más gotitas, estas también bloquean más sonido. Por eso, Corey ha sugerido que las máscaras multicapas hechas de algodón de tejido suelto pueden ofrecer un compromiso razonable “entre la eficiencia en el bloqueo de las gotas y el rendimiento acústico”.
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Asimismo, según los datos del estudio, la mayoría de las mascarillas no bloquean completamente el sonido, sino que simplemente lo desvían de la boca. “Este detalle significa que simples dispositivos de amplificación pueden hacer que el habla enmascarada sea más accesible para todos”, ha señalado el investigador. En particular, los micrófonos de solapa, que ya se utilizan en muchas aulas y salas de conferencias, solo se ven afectados levemente por las mascarillas.
No obstante, la mayoría de la gente “no anda con micrófonos de solapa y sistemas de amplificación mientras lleva una mascarilla”, aunque puede ayudar “en entornos en los que tiene sentido, como las aulas y las reuniones”, ha concluido Corey.