Estamos cerca de que concluya la fecha límite para poder inscribirte y votar en las elecciones generales de noviembre. Ciertamente, el derecho al sufragio te permite escoger aquellos funcionarios que van a dirigir los destinos de la isla por los próximos cuatro años.
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¡Eso no es de poca monta!
Avalo la iniciativa de artistas y de influencers de haberse inscrito y más aún de que, en efecto vayan a votar, es evidente que ninguno de estos simpatiza con el Partido Nuevo Progresista pero eso no le quita méritos a su gestión de crear conciencia de la importancia de votar. Por el contrario, en particular, los jóvenes que militamos en el PNP también tenemos que usar esa coyuntura para activarnos y salir a votar.
Desde joven, he militado dentro de las filas del Partido Nuevo Progresista. Ocupé posiciones de liderato que me sirvieron como experiencia para lograr un cargo por acumulación en la Cámara de Representantes. No me venció la frustración ni el encono. Perseverar creo que ha sido parte del logro y eso mismo tenemos que hacer los estadistas, perseverar en las urnas para lograr la igualdad y alcanzar más progreso para la isla. Reconozco que la tentación es grande pues ser fanático de estos artistas e influencers podría confundirnos, pero como decía don Luis A. Ferré, “ la razón no grita, la razón convence”.
Los jóvenes estamos sobreexpuestos a las redes sociales, a la música, a la moda y a las tendencias pero eso no debe evitar que se analicen los asuntos importantes a profundidad y se busquen como referentes fuentes objetivas que nos orienten, sin agendas, que sea con hechos reales. Hay mucho ruido en la calle, hay que saber escuchar con criterio propio.
Igual sé que muchos jóvenes, incluyendo estadistas, están cansados del continuismo, de la corrupción y del panismo para ocupar puestos bien remunerados . Pues, ¿cómo cambiamos eso? Sencillo, sacando tu tarjeta electoral y saliendo a votar. Solo así lograremos una verdadera revolución en la isla, y digo revolución porque pienso que es momento de renovación en todos los partidos, no una revolución tipo Che Guevara, sino una revolución hacia la igualdad plena, una revolución hacia la decencia de servir y no servirse.
Me resulta absolutamente contradictorio como desde la diáspora donde se vive la igualdad con sus bondades- un puñado de “patriotas” gritan pidiendo la independencia , por otro lado vemos como muchos simpatizantes de la la independencia cruzan el charco pero no es en ruta a Cuba ni Venezuela su asilo político es en los Estados Unidos de Trump. Debemos cuestionarnos el porqué. Mi abuela diría “con la boca es un mamey…”, el resto del refrán se los dejo a la imaginación.
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No es incompatible esto que digo con el “perreo combativo”. En efecto, me perece justo y necesario hacerlo, pero ese acto debe ser buscando que Puerto Rico tenga una mejor calidad de vida, una mejor educación, un mejor sistema de salud, unas mejores carreteras, una policía con más y mejores recursos para combatir el crimen. ¡Dificulto que alejados de los Estados Unidos – con sus virtudes y defectos – podamos alcanzar eso! ¡Habrá que ver si el gas pela o no pela! Lo increíble es que muchos roncan con la utopía de una separación, pero cuando les toca decir cómo echaremos pa’ lante, lo omiten de manera brutal.
Columnista: Jorge Emmanuel Báez Pagán, PNP. (suministrada)
Yo represento a una nueva cepa de políticos que va a impregnar la decencia y la honradez con nuestro trabajo, y que vamos a devolver el lustre al servicio público. Pero para poder estar allí junto a otros jóvenes y otras nuevas caras que se han hecho disponibles para servir, hace falta la confianza de tu voto. Por eso, sácala y úsala, no por presión de grupo, sino pensando en que tienes un compromiso con Puerto Rico y sus futuras generaciones. Nadie puede decidir por ti.
Nota del editor: El autor es candidato a representante por acumulación por el Partido Nuevo Progresista. Es parte del grupo original de columnistas de ¡¿Politiqué?!, la sección de de debate político en El Calce.