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¿Es su fin? Identifican moléculas que detienen la entrada del coronavirus a las células

Es un descubrimiento que puede abrir las puertas para desarrollar fármacos antivirales eficaces contra el SARS-CoV-2.

Los avances científicos alrededor del mundo en su lucha por ponerle un fin a la pandemia del coronavirus no se detienen.

Hallan moléculas que frenan entrada del COVID-19

Ahora, especialistas de España lograron identificar las moléculas que consiguen detener la entrada del COVID-19 en las células.

Es un descubrimiento que puede abrir las puertas para desarrollar fármacos antivirales eficaces contra el SARS-CoV-2 responsable de la enfermedad que ha mantenido a autoridades y especialistas en todo el orbe con las alarmas prendidas.

El hallazgo lo hicieron especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que consiguieron identificar distintos compuestos moleculares, que impiden esa entrada del coronavirus en las células.

¿Cómo funcionan?

De acuerdo al CSIC, estos compuestos moleculares inhiben la interacción que se producen entre la proteína de la espícula del virus y los receptores celulares.

Estas moléculas actúan en etapas muy tempranas del ciclo replicativo del virus, por lo que podrían impedir la hiperactivación del sistema inmunológico, que acaba desencadenando la “tormenta de citoquinas” característica durante el agravamiento del coronavirus.

Los compuestos identificados como inhibidores de la entrada del virus son moléculas propias formadas por el grupo de investigación que lidera María Jesús Pérez Pérez, investigadora del CSIC en el Instituto de Química Médica

Los investigadores ensayaron los fármacos usando “pseudopartículas” virales con la proteína de la espícula del virus y después analizaron su capacidad para interferir entre la unión de la proteína de la espícula con el receptor celular y la posterior infección.

¿Qué sigue?

Así, los compuestos identificados actúan en etapas muy tempranas del ciclo replicativo viral, y al impedir la replicación del virus en la célula, podrían llegar a evitar los efectos de la “tormenta de citoquinas”, que se produce en los casos más graves.

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