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Piratas cibernéticos robaron números de Seguro Social de más de 21 millones de personas y otra información delicada cuando entraron clandestinamente a sistemas de cómputo del gobierno, dijo una agencia federal.
La Oficina de Administración de Personal (OPM por sus iniciales en inglés) señaló que fueron afectadas más de 19 millones de personas que habían solicitado investigación de antecedentes. El gobierno dijo que además fueron afectadas casi dos millones de personas que no eran solicitantes, sino sus esposas u otros familiares.
Katherine Archuleta, directora de la OPM, dijo que además de los números de Seguro Social, los piratas tomaron información respecto a antecedentes delictivos de las personas, historiales financieros, de salud, laborales y de residencia, así como datos sobre sus familiares y conocidos. Señaló que los atacantes obtuvieron los nombres de usuario y contraseñas que utilizan solicitantes de empleo para llenar sus formas de investigación de antecedentes, así como los contenidos de entrevistas realizadas como parte de esas investigaciones.
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Archuleta dijo que no había evidencia de robo a registros de nóminas. El gobierno agregó que no había evidencia de que los piratas cibernéticos hayan utilizado la información robada.
El legislador republicano Jason Chaffetz, presidente de la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes, hizo nuevamente un llamado el jueves a Archuleta y a su director de información para que renuncien a sus cargos de inmediato.
“Su negligencia ha puesto ahora la información personal y delicada de 21,5 millones de estadounidenses en manos de nuestros contrincante”, enfatizó Chaffetz en un comunicado. “Tal incompetencia es inexcusable”, agregó.
Archuleta dijo que no renunciaría a causa de las fallas de seguridad. “Estoy comprometida con el trabajo que estoy realizando”, señaló el jueves en una conferencia telefónica con reporteros.
Investigadores dijeron previamente a The Associated Press que el gobierno estaba cada vez más convencido de que el gobierno chino, y no piratas cibernéticos delincuentes, era el responsable del masivo robo de información personal.
China negó públicamente haber estado involucrada en la intrusión.