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Francia-Bélgica, una semifinal que promete muchos goles

Francia está a dos pasos de unirse al exclusivo club de potencias que han ganado más de una vez el Mundial. Bélgica acaricia algo inédito.

Dos selecciones pletóricas de talento individual, capaces de desplegar ataques vertiginosos y por momentos vulnerables en la zaga chocan este martes en San Petersburgo, en un duelo de vecinos europeos que promete goles y donde el premio es el boleto a la final.

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“Somos de países que colindan entre sí, conocemos a muchos jugadores bien, porque juegan en la Liga Premier”, destacó el arquero francés Hugo Lloris el lunes, en la conferencia previa al encuentro. ”Enfrentaré a tres compañeros del Tottenham y me llevo bien con ellos. Entre los dos equipos tendremos a tremendos jugadores en la cancha, así que será un partido de alto nivel. Tendremos que aceptar el desafío, levantar nuestro nivel y mantener el tipo de juego que tuvimos en octavos y cuartos”.

Dinamizada por el juvenil delantero Kylian Mbappé, Francia busca instalarse por tercera ocasión en una final mundialista, tras coronarse en 1998 y sucumbir en 2006. Su técnico Didier Deschamps y un grupo de jugadores atrevidos se muestran conscientes de que un título en el Mundial les permitiría alcanzar a Argentina y Uruguay, con dos copas en sus arcas.

Pero Les Bleus no pueden fiarse.

“Por el momento, sólo tato de concentrarme en ganar la semifinal de la Copa del Mundo, no en jugar la final”, dijo Deschamps cuando se le preguntó su opinión sobre la oportunidad de unirse al alemán Franz Beckenbauer y al brasileño Mario Zagallo como los únicos que se han coronado en el Mundial como jugadores y técnicos. “Y vamos a jugar contra un equipo que conocemos bien, que es muy fuerte… Así que nosotros, que hemos tenido una buena copa, también debemos hacer todo lo necesario, para llegar a la final”.

Es cierto, Francia ha tenido uno de los mejores desempeños una vez que dejó atrás ligeras turbulencias en la fase de grupos, donde cosechó victorias sobre Australia y Perú, antes de empatar ante Dinamarca.

En los octavos de final, eliminaron por a Argentina por 4-3 con el destacado doblete de Mbappé, de 19 años. El extremo del Paris Saint-Germain acumula tres dianas, el mayor número de un jugador adolescente desde los seis que consiguió Pelé a los 17 años en 1958.

“Él es ya una estrella en Francia… un jugador, diferente, una estrella”, recalcó el mediocampista belga Kevin De Bruyne. “Y puede todavía mejorar, si es que eso es posible, porque tiene todo el futuro por delante. Creo que puede ser muy peligroso mañana para nosotros. Pero trataremos de dificultarle el juego”.

En cuartos, los franceses superaron 2-0 a Uruguay, que les allanó el camino con una pifia del arquero Fernando Muslera.

Aunque fue ampliamente superior ante Argentina, Francia recibió tres goles.

Ello ha hecho que algunos cuestionen si la fragilidad defensiva que aquejó a la selección francesa durante muchos de sus partidos de fogueo antes del Mundial puede ser un factor que trunque su marcha hacia la final del domingo en Moscú.

En particular, los inexpertos laterales Benjamin Pavard y Lucas Hernández tendrán que contener los embates del que luce quizás como el tridente de ataque más poderoso que queda en el Mundial, el conformado por Romelu Lukaku, Eden Hazard y Kevin De Bruyne.

Bélgica le apuesta a esta generación destacada para superar su mejor papel histórico, las semifinales de 1986. La selección belga de Vicenzo Scifo, Jean-Marie Pfaff y compañía cayó en aquella ocasión por 2-0 ante Argentina y por 4-2 en el partido por el tercer puesto, precisamente ante la Francia de Michel Platini.

“Es una oportunidad única para todo el equipo, para toda Bélgica y para todos los que han hecho un duro trabajo que se ha hecho no sólo durante dos años, sino por al menos 15 años, desarrollando a estos jugadores jóvenes… ganar una semifinal, ante Francia”, resaltó el técnico de Bélgica, Roberto Martínez. “Estamos muy emocionados por la gran oportunidad que este partido va a entregar a alguno de los dos equipos”.

Aquel encuentro por el tercer sitio en la ciudad mexicana de Puebla constituye uno de los únicos dos antecedentes de choques entre franceses y belgas en la Copa del Mundo. El otro se remonta a 1938, cuando los franceses se impusieron 3-1 en París.

Sin embargo, esta Bélgica luce diferente a sus antecesoras, pues no sólo dispone de nombres destacados, sino de un ataque perfectamente distribuido.

Nueve jugadores belgas distintos han marcado al menos un tanto en Rusia. Lukaku lidera su ofensiva con cuatro, mientras que Hazard ha marcado dos.

“Ellos tienen probablemente el equipo más completo de la Copa del Mundo, en todos los aspectos”, destacó Lloris. “Durante este Mundial han lucido fuertes en todas las líneas”.

Pero de nuevo, ciertas distracciones defensivas llaman la atención en el equipo dirigido por el español Martínez.

En la fase de grupos, se impuso 3-0 a Panamá y 1-0 a Inglaterra. Aunque le recetó cinco tantos a Túnez, los africanos pudieron marcar dos veces.

El susto mayor se los deparó un Japón que lucía como víctima segura en los octavos de final. Los japoneses se adelantaron 2-0, y sólo una bravía reacción de Bélgica y un gol de Nacer Chadil, en el último suspiro y en una jugada relámpago, permitieron que los Diablos Rojos siguieran adelante.

“Este grupo tiene la increíble capacidad de cambiar las cosas a medida que lo requiere el juego, fue lo que hicimos contra Japón”, explicó Martínez.

Luego, los belgas supieron repeler el furioso ataque con el que Brasil buscó revertir una desventaja de dos tantos en los cuartos de final. Bélgica triunfó por 2-1 y quedó eliminado el último multicampeón de la Copa del Mundo.

Ahora Francia busca sumarse a esa elite.

“Tenemos la oportunidad de nuestras vidas, y vamos a aferrarnos a ella con las dos manos”, prometió Lloris.

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