Los seguidores más entusiastas de Donald Trump son blancos, no poseen estudios superiores y se sienten marginados en Estados Unidos. Así lo indica un estudio estadístico que presenta al magnate como la opción más acertada para enfrentar esta situación a través del restablecimiento del equilibrio económico.
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Según datos oficiales, el grupo demográfico específico en que Trump obtiene su mayor apoyo es de republicanos que no han llegado más allá de la educación secundaria tanto en el noreste (47% en New Hampshire) y el Sur (56% en Mississippi).
Lo cual no significa que Trump no reciba apoyo de graduados universitarios, lo que sucede es que es este rubro se divide en forma más equilibrada frente a otros candidatos.
“Como el Partido Republicano es esencialmente un partido de ciudadanos blancos, la base de apoyo más importante para el millonario está entre electores blancos sin diplomar, ya que casi la mitad de ellos ha votado por Trump hasta ahora” versa la investigación.
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De hecho, analistas de diario The New York Times llegaron a establecer una relación entre el número de votos obtenidos por Trump entre habitantes de casas rodantes. En las regiones que dependen más de la llamada 'vieja economía' (agricultura, construcción, industria, comercio), el electorado es más susceptible a votar por Trump, esto es, en una tendencia que se extiende a los adultos desempleados.
El 15 de marzo, por ejemplo, uno de cada cinco encuestados afirmaba tener la impresión de “no poder salir” de esa situación, y la mitad de ellos votó por el magnate.
“Trump dice constantemente a los electores que su grandeza personal traerá prosperidad”, escribieron los politólogos John Sides y Michael Tesler en un artículo publicado en The Washington Post. Ese mensaje, añadieron, “encuentra un fuerte eco” entre los estadounidenses que creen que no podrán prosperar por sí mismos.