Contexto

Desmitificando a un reguetonero overrated llamado Tempo

Antes de comenzar a leer, si escuchas reguetón desde Barrio Fino, eres un fanático latinoamericano o eres ponceño, este escrito puede ofenderte.

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El comienzo

Conozco la música del señor David “Tempo Piña Colada” Sánchez desde que “pegó” en el 1998. Al igual que Tempo, yo soy de Ponce, así que en los años de escuela superior era casi obligado escuchar la música del único reguetonero/rapero de la ciudad (no olviden lo regionalistas que somos los ponceños) que sonaba bien.

Un año después (1999), Tempo estaba en todos los carros, y aunque ese año comenzó a sonar el corillo de “Reggaeton Sex” de DJ Blass (que involucraba a algunos reguetoneros ponceños y otros de ese oscuro y tenebroso lugar llamado Guayama), sus letras eran más “explícitas” y dedicadas al baile, mientras que Tempo Piña Colada se mantenía en el “gangsta rap”. Aún puedo recordar claramente las bocinas de la guagua retumbando con “Game over” cuando íbamos para las giras. También fui testigo cuando daba ’’ con Héctor y Tito en “El Señorial”, para la época en que era delgado y andaba con tres más flacos que él, quienes le servían de “seguridad”.

El hijo del residencial Lirios del Sur subía como la espuma. Junto a Mexicano hizo temas como “Balas”, y tuvo tiraeras con el dúo OG Black y Master Joe, Daddy “Muslos de marshmallow” Yankee, y Lito y Polaco, por mencionar solo algunos, ya que Tempo hacía una tiraera hasta si alguien le negaba el pasó en la carretera. Liricalmente, Tempo era superior a OG Black, Master Joe y Yankee, pero no se le hizo fácil con Lito y Polaco.

La gente dice que Tempo combatió con todos “solo” (al igual que juran que Michael Jeffrey Jordan ganó campeonatos “solo”), pero olvidan que tuvo ayuda de Mexicano (que luego cayó en prisión), y de sus panas Ghetto y Gastam (quienes en su CD “Vida eterna” del 2002 le tiraron a Lito y Polaco); incluso, con OG Black y Master hay que destacar que ellos se lo vacilaban más de lo que lo cogían en serio. ¿Alguien recuerda cuando Nicky Jam prestó su voz para imitar a Mexicano y la dupla se burló de Tempo dándole con los genitales en la espalda a un tipo idéntico a él? Recordemos que Tempo tenía apenas unos 23 añitos (sí, como Anuel ahora mismo) y hablaba de que “había asesinado a básicamente miles de personas”, cosa que nadie le creía. El que diga que Tempo sembraba el terror y nadie le respondía, seguramente estaba arrebata’o y borracho para ese entonces.

Tempo cometió un grave error: se dedicó más a hacer un gimmick de maleante y asesino en serie, que a cantar. Era normal ver a David en Ponce viviéndose la película, poniéndose guapo con guardias de palito de supermercado y fronteándole a su gente. En una ocasión un compueblano le dice “Tempo, te olvidaste de los tuyos”, a lo que un jaquetón David le dijo: “yo soy quién soy”… aunque nunca nadie entendió lo que quiso decir. Claro, sus fans dirán que eso jamás fue así, pero este galanazo que les escribe es testigo de eso. Todo aquel que janguió en los pubs de la Calle Atocha en Ponce para la época del 2000-2002 lo sabe.

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Para ese entonces, Héctor y Tito estaban insuperables, Don Omar venía duro (luego de fracasar con Yanuri y empujado por Héctor El Bambino), Wisin y Yandel (que cogieron un súper empuje en “Sandunguero” de DJ Blass con el sencillo “Con mi reggae muero”) estaban sonando en todos lados y Yankee seguía creciendo. ¿Y Tempo? Jugando a ser maleante… hasta que es arrestado y dice “ser inocente”.

Mientras las discotecas ponían canciones para el baile ’’ (ya las letras estaban un poco más limpias. Bueno, no eran tan fuertes como las de “Reggaeton sex”), el gangsta rap que una vez sonó, apenas se limitaba para los “títeres” en los carros cuando iban a asaltar panaderías o enrolar ’’. ¿Podía Tempo hacer palos comerciales? “Ahora sí, mami” fue lo más cercano a eso, pero nada del otro mundo.

Decir que Tempo era un gran liricista es falso. Solo hay que escuchar con calma sus viejas canciones, en las que algunos se atrevieron a decir que este caballero era “el Tupac boricua”. Por ejemplo, en una canción llamada “Inocente” dice:

”Todo lo que está pasando el mundo lo dice la palabra, los homosexuales podrán pertenecer a las fuerzas armadas”. ¿Dónde dice eso en la Biblia, David? Seguramente alguien pensará que algún verso bíblico lo dice implícitamente… claro, igual de ambiguo que los pastores charlatanes cuando manipulan la Biblia a su gusto. By the way, ¿qué hay de malo que un gay sirva en el army? Exacto: nada.

“El universo controlado por judíos, lo cual me preocupa porque no creen en el Dios tuyo ni mío”. Sí, Tempo se tiró un comentario tipo Bebé Maldonado, y lo hizo en bastantes ocasiones. Tempo era un disparatero de proporciones épicas.

¿Pudo ser un excelente liricista? Eso sí es verdad, pero limitó su vocabulario y sus temas, aunque algunas veces (subrayen “algunas”) fue mejor que sus colegas. Decían que su fuerte no era la música de discoteca, pero tampoco tuvo una gran canción de problemas sociales que haya marcado una generación. ¿Cuándo Tempo hizo un gran clásico como “Señor oficial” o “Censurarme por ser rapero”? Mírenme a los ojos y díganme que Tempo en su tiempo de gloria tuvo mejor letra que el “difunto” Eddie Dee… es obvio que no la tuvo ni la tiene. Lo que pasa es que una mentira repetida cien veces puede convertirse en “verdad”, y eso fue lo que sucedió en el caso de Tempo.

 

La idolatría porque estuvo preso

Cuando Tempo cayó preso, nació un mito: el “gangster cantante que fue víctima del sistema”. Y así lo quiso hacer ver David, que era un tipo inocente y “el sistema le fabricó un caso”. Una vez cumple condena, dice que “es un maleante, que no chotió y que nadie puede con él”.

Al ser arrestado, Tempo tenía algunos 25 años, la época donde ocurre esa transición final de joven a adulto. Cuando salió a la libre comunidad, este artista creía que aún tenía 25 primaveras y que la calle tenía que rendirse ante él, pero lo que no sabía es que ya muchos chamacos llevaban tiempo intentándolo en el género, y que no iban a regalar su posición. No tenían que regalarla ni rendirle pleitesías porque se habían fajado por estar donde estaban. Con bombos y platillos, el señor Sánchez juraba que el reguetón era lo que una vez conoció, pero olvidó que ese género ha cambiado todos los años y solo han sobrevivido los que saben adaptarse.

Sus más acérrimos fanáticos decían que estaba tomando tiempo en lo que le cogía el piso otra vez al género. Pero, ¿qué hizo todo ese tiempo Tempo en prisión? ¿Escribió? ¿Subió su nivel lirical? ¿Qué trajo nuevo a la mesa una vez salió libre? ¿Está al nivel los más jóvenes? Canciones como “Brindemos por las locas” son montoneras y sus tiraeras con Cosculluela se quedaron cortas.

Ahora no puede hacer algo comercial que pegue en la radio, tampoco puede hacer una tiraera a Don o Yankee, pues estos están a otro nivel comercial. Ni siquiera puede hacerlo con Farruko, que aunque no tiene lírica (y depende de Benny “el frenillo furioso” Benni), este va camino a ser una estrella. ¿Qué le queda? Tirarle a los novatos. Si está a un nivel superior, ¿por qué iniciar una “guerra” con los nuevos? No importa quien gane esas tiraeras montadas (en par de meses arreglan con un abrazo más fake que el amor de Bodine por Miguel Ferrer), quedó demostrado que Tempo está overrated. Fue “bueno”, pero es un insulto decir que fue “el mejor”, mucho menos compararlo con estrellas con Daddy Yankee y Don Omar.

Continuará…

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