¡Tito! ¡Tito! ¡Tito!
No, el campeón del pueblo Tito Trinidad, no estaba perdido, estaba cogiéndose un tiempito parea afinar su puntería social y darle un nocaut fulminante al gobernador Ricardo Rosselló.
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Tito se subió al ring de Facebook, se cuadró como pa’ los tiempos de darle pasta y queso a Fernando Vargas y le pegó un gancho al hígado de la conciencia al hijo de Pedro.
El gallo de Cupey Alto tiene buena pegada, así que usted sabe que lo que soltó el hombre fue pura cañiña.
¡Dile ahí, Tito!
