La navidad es una de las épocas más hermosas del año, y luego de tres años de la pandemia del COVID-19 y las limitaciones que hemos tenido para festejarlas, todos añoramos poder coincidir con familiares y amigos.
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Históricamente durante las festividades, especialmente en Puerto Rico donde se celebran las navidades más largas del mundo, se propulsa el aumento de casos y este año no ha sido la excepción. Un factor importante es lo que se ha denominado por expertos como la “Tripledemia” que se refiere a la combinación del aumento de los contagios por COVID, la influenza estacional y el virus sincitial respiratorio (RSV, por sus siglas en inglés); que han exacerbado las afecciones respiratorias.
En las pasadas semanas, en Puerto Rico se ha reflejado un alza en la tasa de positividad, hospitalizaciones y muertes por COVID-19; y aún no estamos en el pico de las festividades de la ocasión y es preocupante. Ante este panorama debemos tomar consciencia individual y es necesario que retomemos las medidas de prevención.}
A continuación, 10 recomendaciones del Fideicomiso de Salud Pública de Puerto Rico para prevenir contagios por COVID-19 en plena Navidad:
- Retomar el uso de mascarillas en lugares cerrados, especialmente en centros de salud, hospitales, farmacias y centros de cuidado de adultos mayores.
- Mantener/completar el ciclo de vacunación original al día.
- Reforzar la protección de la vacunación con la nueva vacuna bivalente que protege de la variante Ómicron, e incluir la vacunación contra la influenza.
- Practicar las medidas de prevención del lavado de manos y el distanciamiento.
- No compartir alimentos, ni cubiertos.
- No compartir micrófonos o poner una bolsa plástica para cada usuario.
- Evitar aglomeraciones; y si va a realizar o participar de una reunión familiar identificar un espacio para cada núcleo familiar.
- Tener un lugar designado con mascarillas, gel a base de alcohol y toallitas desinfectantes para uso de los invitados.
- Mantener conciencia ciudadana y ser solidarios con nuestra gente, especialmente con la población de 60 años o más que son los más vulnerables y es el renglón de más fallecimientos.
- Si ha estado en contacto con alguien enfermo, aunque no tenga síntomas aíslese, y si se siente enfermo no asista a ninguna actividad.
Reconocemos que existe una fatiga pandémica y las personas han dado por terminada la emergencia salubrista. Lo cierto es que, aunque se hayan relajado las restricciones, no debemos olvidar que el COVID-19 sigue entre nosotros y no podemos ignorarlo; ya que esto no evita los contagios, las enfermedades, ni las muertes reportadas.
Como país, tuvimos grandes aciertos en el manejo de la pandemia y lo podemos volver hacer aplicando las medidas de prevención que ya todos sabemos. Lo hicimos bien, sigámoslo haciendo bien para celebrar protegidos y tener una Navidad sin COVID-19.