19 de enero de 2018
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Cuando le pasamos este balón a Eddie Casiano, se le salió lo de sus años de gloria con los Atléticos de San Germán y zumbó caliente desde el perímetro norteamericano. El técnico de la selección nacional de baloncesto se encuentra en la misión de encestar un canasto en el clutch federativo y, en esta ocasión, le toca meter la bola en la cancha de la juventud.
“La verdad es que la Federación de Baloncesto de Puerto Rico (FBPR) está haciendo un esfuerzo grande en mandarnos para acá, porque las cosas están difíciles por las razones que todos conocemos. Ya hemos identificado varios jugadores de escuela superior. Ayer (miércoles) confirmamos a George Conditt para el programa Sub-18. Él está activo en Corliss High School y tenemos más muchachos en la mira. Son alrededor de 15, quizás más, los que vamos a estar viendo”, le dijo el coach a este diario vía telefónica.
“Yo creo que la semilla más importante es esa, porque nos obliga a trabajar de cara al futuro. Esa es nuestra base. Hemos identificado talento como en diez estados. Está Christian Negrón, Eric Ayala y próximamente nos reuniremos con los hermanos [Ethan y Stephen] Thompson, por mencionar algunos”, aseguró.
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“Estos jóvenes son parte de ese grupo de puertorriqueños que no tienen culpa de que sus papás tuvieron que salir hacia los Estados Unidos en busca de un mejor porvenir, porque no tenían trabajo en la isla o las herramientas suficientes para criar a sus hijos. Estos muchachos están en unos programas en los que trabajan dos veces al día versus lo que se hace en Puerto Rico, donde se trabaja dos veces semanales en las categorías menores. Cuando uno suma y resta, las horas de trabajo de ellos en un día son seis: tres por la mañana y tres por la noche. Mientras, en Puerto Rico se trabaja dos veces en semana. Cuando vienes a ver, estos tipos están adelantados, tienen canchas, tienen complejos y nosotros estamos estancados porque no tenemos herramientas y nos conformamos con tener un escenario deportivo atrasado”, sigue jugando y no hubo falta.
El coach nacional sabe de lo que habla. Casiano nació en Nueva York, estudió high school en Indiana y después le multiplicó el gozo a los boricuas de corazón. Para él, en términos generales, el primer paso para mejorar lo que tenemos es utilizar responsablemente las herramientas que se tienen.